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Azufre y calcio en maíz: los aliados invisibles que ayudan a aumentar el rinde

Un manejo preciso de estos nutrientes, reforzado por tecnologías de nanopartículas, puede marcar la diferencia entre un cultivo promedio y uno de alto rendimiento. Seguí el Especial Fertilización de Infocampo.

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Desde Kioshi Stone anticipan que el maíz comienza a “fabricar” rendimiento mucho antes de lo que se percibe a simple vista.

Entre los estadios vegetativos V4 y V6, cuando la planta define parte del número de hileras y estructura reproductiva, se juega buena parte del potencial productivo. En ese momento clave, asegurar un suministro eficiente de azufre y calcio es invertir en kilos de grano.

Por eso, cada vez más productores argentinos incorporan estrategias nutricionales que van más allá del nitrógeno y el fósforo.

En ese marco, dos nutrientes históricamente relegados ganan protagonismo: el azufre y el calcio, piezas esenciales para lograr rindes altos y estables en los sistemas agrícolas actuales.

Especial fertilización: los números de un mercado clave para nutrir el crecimiento del agro

SUELOS MÁS ÁCIDOS, BASES MÁS LAVADAS

La intensificación agrícola y las lluvias intensas han generado una creciente acidificación de los suelos argentinos, fenómeno que conlleva el lavado de bases y la pérdida de calcio. Esto provoca un doble impacto: deterioro estructural —menor estabilidad de agregados, infiltración reducida y compactación— y carencias nutricionales en los tejidos jóvenes del maíz.

El calcio suele estar presente en el suelo, pero no siempre disponible en la cantidad o forma que la planta necesita.

Por su parte, el azufre, antes aportado naturalmente por la materia orgánica y la atmósfera, hoy requiere reposición activa. Diversos ensayos del INTA y Fertilizar Asociación Civil muestran incrementos de rendimiento significativos al corregir deficiencias de ambos nutrientes.

El azufre participa en la síntesis de aminoácidos y proteínas, siendo clave para el crecimiento, la formación de clorofila y la eficiencia fotosintética. Su falta se manifiesta en hojas jóvenes amarillas, menor desarrollo y pérdida de rinde.

apliccion maiz

El calcio, en tanto, cumple una doble función: estructural —fortalece paredes celulares y membranas, mejorando la tolerancia al estrés— y fisiológica, ya que regula el transporte interno de nutrientes y es vital para la viabilidad del polen y el crecimiento del tubo polínico, directamente ligado al cuajado de granos.

VENTANA CRÍTICA: V4 A V6

Entre la cuarta y sexta hoja se define gran parte del destino del cultivo. Si en ese período el maíz no dispone de nutrientes suficientes, las pérdidas de rendimiento pueden ser irreversibles. Por eso, las aplicaciones foliares de azufre y calcio en esa ventana crítica se consolidan como una herramienta eficiente para fortalecer el cultivo rumbo a la floración.

cuadro maiz

El azufre es susceptible al lavado —sobre todo en suelos arenosos o luego de lluvias intensas—, mientras que el calcio presenta baja movilidad dentro de la planta.

En ese contexto, la vía foliar permite corregir deficiencias en forma rápida y precisa, con respuestas particularmente marcadas en lotes con antecedentes de carencias.

NANOTECNOLOGÍA: EFICIENCIA CON MENOR DOSIS

Las nuevas formulaciones nanoparticuladas representan un salto tecnológico en nutrición vegetal. A diferencia de las fuentes tradicionales, limitadas en adherencia y velocidad de respuesta, las nanopartículas poseen un tamaño ultrafino que mejora la fijación foliar, la penetración en la cutícula y una liberación más controlada de nutrientes.


Un ejemplo es MIST TPS-78®, de Kioshi Stone, una dispersión líquida que combina calcio y azufre en forma de sulfato, enriquecida con azufre elemental. Esta tecnología mejora la absorción y optimiza el uso de cada litro aplicado, logrando mayores respuestas con menores dosis.

El producto se recomienda especialmente para el período V4-V6, con aplicaciones en horas de menor temperatura y buena humedad relativa. En pocos días, las plantas muestran hojas más verdes, mayor área foliar y crecimiento vigoroso. Su presentación “Bag in Box” de 15 litros —equivalente a 420 hectáreas por pallet— facilita el transporte y la logística en campo.

ENSAYOS A CAMPO QUE SE TRADUCEN EN KILOS

Durante la campaña 2023/24, un ensayo conducido por Agroestrategias en siete localidades comprobó el impacto positivo del calcio y azufre foliar en la fertilización.

Nutrición de vanguardia: las nanopartículas mejoran la producción en ambientes de baja calidad

En Cañada de Gómez (Santa Fe), sobre un maíz sembrado a fines de noviembre con fertilización base de MAP azufrado (120 kg/ha) y urea (220 kg/ha), la aplicación de MIST TPS-78® en V6 (2 L/ha) generó un aumento de 16,9% de rendimiento, equivalente a 888 kg adicionales por hectárea. El cultivo tratado alcanzó un promedio de 6.127,9 kg/ha, con un peso de 1.000 granos de 312,8 gramos.

Además de este ensayo de Kioshi Stone a campo, los otros seis establecidos en diferentes regiones del país continuaron demostrando las bondades de los tratamientos con MIST TPS-78®.

Por este motivo, puede concluirse que el azufre y el calcio dejaron de ser “nutrientes secundarios” para transformarse en aliados invisibles pero decisivos dentro de la nutrición del maíz.

Incorporar estrategias foliares eficientes y tecnologías como estas permite mejorar la respuesta fisiológica del cultivo, asegurar un suministro oportuno y sostener márgenes positivos, incluso en campañas desafiantes.

La evidencia local e internacional lo confirma: en la agricultura moderna, los detalles hacen la diferencia. Y en el maíz, esos detalles se escriben con S y Ca.

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