Respecto a la aplicación de un sistema de trazabilidad, existe en nuestro país un modelo oficial frente al cual se han presentado algunas iniciativas que buscan modificarlo. Si bien la propuesta de trazabilidad de SENASA es la que se utiliza actualmente, existe un sistema de trazabilidad planteado por el Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas (ABC), que propone cambios sobre algunas de las prácticas oficiales, intentando que la trazabilidad en la Argentina sea más práctica y efectiva.
Héctor Salamanca, director de ABC, definió la trazabilidad como “un sistema que permite reconocer bien todas las etapas que ha sucedido un animal a lo largo de su vida hasta el momento de la faena”. Asimismo, expuso que existen diferencias sustanciales entre la propuesta de ABC y el sistema oficial. Informó que el sistema oficial realiza una copia del sistema comunitario, que consiste en identificar al animal en el campo de nacimiento y hacerle un seguimiento a lo largo de los distintos campos por los cuales es trasladado. “Este sistema exige, cada vez que se mueve el animal, la lectura de la caravana, el llenado de documentación, la comunicación del dato, etc.”, declaró. “Es un sistema que los productores saben que es complicadísimo, cargado de errores y poco confiable”. Agregó que, frente a este modelo de gran complejidad, el consorcio, dotado de expertos en la materia, diseñó un sistema equivalente, que produciría los mismos resultados pero sin necesidad de hacer lectura de las caravanas. De esta manera, las caravanas se aplicarían en el campo de nacimiento y luego en el campo de invernada. Salamanca destacó que “aquí no hay errores porque no hay lectura ni transcripción de datos”. Asimismo, comunicó que el sistema fue probado y validado. “Está conforme con las Normas CODEX, conforme con las exigencias comunitarias y, lo más importante, es que agrega valor y no costos a la producción”, explicó. De esta forma, destacó que, al momento de cargar el ganado, el productor pide el Documento de Tránsito Animal (DTA), “y no tiene que pedir veterinario a despacho ni hacer todos los trámites que hoy el sistema le exige porque, sólo con la información que llevan los animales en la oreja, y los registros que constan de cuando se aplicó, no se pierde la trazabilidad”.
En cuanto al sistema oficial observó que, al comienzo, un animal se identifica con el número único y de ahí en adelante se lo sigue. Así, cada vez que se vende un animal se anota, se registra la cantidad que se compra, y luego el frigorífico anota lo que se recibe. Para Salamanca, esto es “una gestión de datos absolutamente innecesaria”, que solamente se justifica en la Unión Europea, “porque en la UE se aplican dos subsidios a lo largo de la vida del animal”. En el caso de Argentina, no considera necesario todo este largo proceso de recolección y traspase de datos. “Sí es necesario poder reconstruir para atrás la traza del animal”, opinó, “si hay algún problema sanitario irá a la fuente, pero lo construimos desde un enfoque metodológico totalmente distinto”.
Con respecto a la recepción que obtuvo la propuesta, el director de ABC manifestó que “la propuesta no tiene aceptación”. Agregó que, por el momento, el SENASA no ha brindado ninguna respuesta. “Tampoco están convencidas las entidades de la producción”, agregó, “sí tenemos respuesta de otros países, de hecho se está implementando en otros países y está en el marco del CODEX”. Para Salamanca, lo más preocupante es “la baja capacidad institucional para procesar los nuevos desarrollos, lo que está pasando en el mundo, qué es lo que hace falta”. Consideró que, de esta manera, “nos enfrascamos en una burocracia donde ponemos normas, sobre normas, sobre normas, y no resolvemos el problema”.
Verónica Scornik
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