La molinería brasileña, principal cliente de los exportadores de trigo que operan en la Argentina, podría reducir sus compras si prospera un proyecto de ley que se discute en la Cámara de Diputados del vecino país.
Se trata del proyecto 4.679 que el presidente de esa Cámara y miembro del PC, Aldo Rebelo, presentó en el 2001, por el cual obliga a los molinos a que la harina que venden contenga 10% de harina de mandioca.
Si bien la ley ya suma cinco años de discusiones en el Parlamento brasileño, se terminó conformando una comisión especial para su tratamiento, que está próxima a dar un dictamen sobre el proyecto. La reunión prevista para ayer fue suspendida, pero puede realizarse hoy o mañana, indica la agencia parlamentaria.
Según el autor, el efecto inmediato de la ley sería âuna reducción por u$s 85 millones como consecuencia de la menor importación de trigoâ, sostiene Rebelo en los fundamentos del proyecto. Para el legislador, el beneficio para la agricultura brasileña es doble porque al mismo tiempo que reduce las compras externas del cereal, crea un mercado cautivo para los productores locales de mandioca.
Luego de debatir enmiendas propuestas por otros legisladores y escuchar a representantes de los sectores involucrados (hubo una fuerte oposición de la molinería), la comisión se apresta a votar el proyecto definitivo, que prevé también incentivos fiscales para los molinos que realicen la mezcla, ya que la obligatoriedad de hacerlo sería para 50% del volumen de trigo comercializado, excepto la harina para pan francés, que iría toda con 10% de mezcla.
Si bien se trata de un año electoral en Brasil, que como sucede en la Argentina, altera el ritmo de trabajo de los legisladores, la discusión se da en un momento donde se espera una reducción en la cosecha de trigo brasileña de 25 por ciento. Según Fabio Meneghin, de Agroconsult, la producción caería de 5 a 3,7 Mt del año pasado a éste, lo cual dispararía las importaciones a 7,5 Mt, contra los 4,9 que compró en el 2005.
âExiste un temor muy grande por el abastecimiento de trigo argentino, debido a los posibles faltantes, ya que esto podría tener un efecto inflacionario en la economía brasileñaâ, explicó el consultor en diálogo con Infocampo. En la Argentina aún falta sembrar 15% del área y se prevé una cosecha de 13,5 Mt, según analistas privados.
De forma tal que una situación de mayor demanda por parte de la molinería brasileña junto con una oferta nuevamente ajustada de parte de la Argentina podrían constituir el catalizador para el avance de la iniciativa del diputado Rebelo. Sin embargo, la molinería brasileña parece no estar de acuerdo con la iniciativa, porque la calidad de su producto se afectaría negativamente de ser adicionada con harina de mandioca y prefiere otro tipo de soluciones a un problema que todavía no se expresó en su máximo potencial.
âLos molinos están trabajando junto con el gobierno para pedir la caída del Arancel Externo Común del Mercosur, que es de 10,5%, con el fin de abaratar las importaciones extrarregiónâ, comentó Meneghin.
Javier Preciado Patiño
jpreciadopatino@infocampo.com.ar
Yanina Otero
