La Corporación Vitivinícola Argentina informó que se ha detectado una amenaza real que podría generar trabas al ingreso de productos argentinos. La misma sería factible por la presencia de trazas del fungicida carbendazim, fungicida de contacto y sistémico utilizado fundamentalmente para controlar podredumbre del racimo: Botrytis cinerea, Penicillium spp, Rhizopus spp, Alternaria spp, Cladosporium spp.
Esta situación se ha observado en algunos de nuestros principales mercados internacionales, donde no tiene registro para uva e incluso no está permitido, caso de Estados Unidos y Rusia.
Más allá de las consecuencias negativas directas del bloqueo al ingreso de productos argentinos a estos mercados, los efectos a nivel mundial de la imagen de Argentina como país productor de vinos, jugos de uvas, uvas de mesas y pasas, naturales y que protegen la salud de consumidor, se verán seriamente afectados, lo cual a su vez tendrá repercusión hacía todo el interior de la cadena vitivinícola.
Según estudios preliminares realizados en la EEA Mendoza INTA el carbendazim por tener alta solubilidad se detecta en el vino en concentraciones superiores a las permitidas por los países importadores, a pesar de respetar la dosis recomendadas y período de carencia establecido.
Según publicó Agro Valle, es por ello que desde las entidades del sector público y del sector privado que componen la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), se recomienda a los productores vitícolas la sustitución de Carbendazim por productos alternativos que cumplan la misma función.

