En nuestro medio, la compañía nacida en California en 2002 es conocida por su asociación con Bioceres para el desarrollo comercial de cultivares resistentes a la sequía y la salinidad, gracias al trabajo inicial de la Dra. Raquel Chan, y que llevarán la marca comercial Verdeca.
El foco de la compañía es el desarrollo de biotecnología vegetal por distintas vías, como la transgenia o la edición génica, apuntando tanto a beneficios para el ambiente como para el consumidor.
Entre sus aportantes de capital aparece el fondo de inversiones de Basf, que ingresó en 2005, y otros como CMEA Capital (fondo especializado en compañías bioquímicas y farmacéuticas), Exeter Life Sciences o Saints Capital.
El CEO de Arcadia es Eric Rey, un profesional con 30 años de trayectoria en el negocio, que hizo sus primeras armas en Calgene, una compañía luego absorbida por Monsanto. El CSO (Chief Scientific Officer) es Vic Knauf, también un ex Calgene y Monsanto.
En el presente, Arcadia tiene cuatro ejes para su negocio biotecnológico. En materia ambiental busca lanzar cultivos más eficientes en el uso del nitrógeno y del recurso agua, incluyendo la tolerancia a la sal. En materia de beneficios para las consumidores, desarrolla productos con mayor duración en la góndola y aceites con mejor perfil para la salud.
La última novedad fue la incorporación de un nuevo gerente financiero, Tom O’Neil, que ya venía de desempeñarse en la industria biológica, y que tiene como trasfondo la salida de la compañía a la Bolsa. En febrero, la empresa anunció que había cumplimentado con las exigencias del Nasdaq para lanzar su oferta pública inicial (IPO, según sus siglas en inglés), con el asesoramiento del JP Morgan Securities y el Credite Suisse. Ya en 2014, Arcadia había recibido una inyección de u$s33 millones de Mandala Capital Investment, un fondo indio focalizado en el negocio semillero.
La estrategia de Arcadia parece apuntar a desarrollar acuerdos con partners a lo largo de la geografía mundial. Así como en la Argentina se asoció con Bioceres, recientemente lo hizo con la india Maharashtra Hybrid Seeds Company (Mahyco) para obtener cultivares de arroz y algodón mejor adaptados al estrés hídrico y salino. Lo más interesante es que suministrándole los genes de resistencia para introgresar en el germoplasma de los cultivos, Arcadia se puso en un pie de igualdad con Monsanto, con la que Mahyco tenía un acuerdo similar pero para los algodones Bt. En tanto, un desarrollo ya concretado es Sonova, un cártamo cuyo aceite posee el 55% de ácido gama linolénico (GLA), un fuerte suministrante de Omega 6 para el organismo humano.

