En el primer tramo de 2014 algunos dueños de campos aceptaron bajar el valor del arrendamiento en quintales de soja por hectárea a cambio de recibir un porcentaje importante del alquiler por adelantado. Hasta fines de junio del año pasado el valor del contrato Soja Rosario Matba Mayo 2015 superó los 290 u$s/tonelada, según publica el sitio valorsoja.com.
Esos valores –que se registraron en pleno ingreso al mercado de la cosecha argentina 2013/14– se fundamentaron en un factor de mercado de corto plazo: el temor al desabastecimiento interno de soja en EE.UU. ante una sobreventa del stock exportable estadounidense del producto.
Aquellos propietarios que se quedaron a esperar un repunte de precios de la soja se clavaron porque entre julio y octubre del año pasado los precios de la oleaginosa se desbarrancaron: el contrato Soja Rosario Mayo 2015 tocó un mínimo de 231,3 u$s/tonelada el 3 de octubre (ver gráfico).
Los dueño que acordaron cobrar alguna cuota del alquiler en noviembre y diciembre la pegaron porque en ese bimestre los valores de la soja nueva volvieron –durante la mayor parte del período– a superar los 250 u$s/tonelada. Y en lo que va del presente mes de enero los valores comenzaron nuevamente a caer para ubicarse en torno a 240 u$s/tonelada.
En el presente ciclo muchos contratos de arrendamiento tienen una buena proporción del pago atado al mes de mayo próximo, con lo cual el cierre final de la renta 2014/15 dependerá de lo que suceda para entonces con el valor de la soja. Aunque –en la actual coyuntura– no cabría esperar un repunte significativo del precio de la oleaginosa.