“La buena racha del sector se cortó en octubre de 2008.” Así de contundente es Roberto Domenech, presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (Cepa), al referirse a la actualidad de la producción avícola.
La ecuación es muy simple, el sector tenía previsto crecer durante 2009 un 9% y para eso se estaban preparando e ingresando nuevas madres a la cadena, pero la crisis financiera internacional paralizó la demanda mundial del producto, al mismo tiempo que deprimió los precios.
“En los dos primeros meses de este año se registró un crecimiento en la producción del 5%, pero todo se volcó al mercado interno ya que la exportaciones cayeron en el orden del 15%. Ahora el sector está regulando la producción a raíz de la baja en los mercados internacionales y además está planteando un esquema que, en el caso de que se vuelva a reactivar, pueda captar esa demanda”, explica Domenech.
La industria avícola demostró en los últimos años un crecimiento fenomenal alentado por fuertes inversiones y la captación de nuevos mercados.
Al mismo tiempo, el mercado interno también jugó un papel fundamental, ya que creció el consumo de pollo y los precios se estabilizaron.
“El mercado interno está consumiendo 32 kg de pollo por habitante por año, lo que resulta altísimo. Teníamos previsto que para 2009 iba a llegar a los 30 kg, pero se ya se han superado las expectativas. Más no se puede pedir, y de la misma manera las empresas avícolas trabajan para sostener precios convenientes para el consumidor”, detalla Domenech.
“Para que consuman el producto bajamos los precios y eso generó un quebranto inmediato. Ahora el objetivo es regular el stock, porque no se puede trabajar a pérdida y tampoco se puede trasladar el precio de los consumidores”, resume el presidente de Cepa.
En este esquema el mercado europeo juega un papel fundamental, ya que es el que más cayó en volúmenes y precios. Contrariamente, el sudoeste asiático demostró un recupero, pero son compradores de subproductos que están sujetos al envío de otros productos.
Ahora las previsiones para los próximos meses no son demasiado alentadoras, pero tampoco derrotistas ya que, si bien el sector espera no crecer en producción, estiman que seguirá fuerte en el mercado interno y expectante del mercado internacional.
(Artículo publicado en la edición de hoy de Infocampo Semanario)
