Las autoridades del Indec confirmaron hoy que el Censo Nacional Agropecuario 2008 (CNA 2008) fue un completo fracaso: los datos recolectados son insuficientes y no son comparables con las encuestas anteriores.
El operativo censal concluyó comenzó el 2 de junio de 2008 y finalizó el 30 de septiembre de 2009. Un censo de 16 meses de duración que probablemente sea incluido en el libro Guinness World Records (ni siquiera los romanos se tomaban tanto tiempo).
El hecho es que el Indec informó hoy nuevos datos provisorios del CNA 2008 actualizados al 26 de octubre de 2009: apenas se logró censar una superficie de 155,4 millones de hectáreas, una cifra 19,4 millones de hectáreas menor a la registrada en el Censo Agropecuario realizado en 2002.
‘Ello no significa una disminución de la superficie agropecuaria del país de esas magnitudes. Solamente expresa que el CNA 2008 logró captar información hasta la fecha de los establecimientos agropecuarios que cubren la mayor parte del territorio, pero no de su totalidad’, aclaró el informe del Indec.
El propio Indec reconoce que quedaron por lo menos 24 millones de hectáreas sin censar, de las cuales 20,28 M/ha corresponden a datos no recolectados por ausencias o rechazos de los encuestados, mientras que otras 3,65 M/ha ni siquiera fueron relevadas.
A pesar del fracaso del CNA 2008, el Indec comunicó ‘que a partir del 1 de noviembre de 2009 se hará exigible el Certificado de Cumplimiento Censal para realizar trámites bancarios y ante organismos nacionales y provinciales’.
‘Los productores que, por cualquier motivo, no hayan cumplimentado los cuestionarios censales, deberán dirigirse a las Direcciones de Estadística de las provincias donde se encuentran sus explotaciones agropecuarias o bien a la Dirección General de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires, si su administración está allí radicada’, añadió el organismo.
El CNA 2008 estuvo atravesado desde sus inicios por dos factores que contribuyeron a garantizar el fracaso de la encuesta. El primero fue la intervención oficial de la unidad del Indec dedicada a elaborar el CNA. El segundo fue el conflicto que el gobierno nacional mantuvo (y mantiene) contra el sector agropecuario.
Los problemas comenzaron cuando los interventores del Indec desplazaron a los profesionales encargados de elaborar el CNA para reemplazarlos por personal no calificado.
Otra de las anomalías presentes en el CNA 2008 fue que el mismo comenzó en junio, cuando en términos metodológicos el inicio estaba indicado recién para octubre, dado que por entonces las condiciones climáticas y comerciales son las más óptimas para recabar datos en las diferentes regiones productivas.
Para llevar adelante el CNA 2008 el Estado nacional invirtió al menos 28 millones de pesos (M/$). Los errores presentes durante todo el proceso motivaron el desplazamiento de María Esther Colombo, la encargada original de la fallida encuesta.
