Basf es una de las grandes compañías globales dedicadas a la protección de cultivos, con base en Alemania, cuya historia ya ha sido abordada en esta sección, con lo cual es momento de revisar el presente de la compañía.
Se trata de una empresa que en el ejercicio 2012 (concluido el 31 de diciembre del año pasado) facturó 78.729 millones de euros, de los cuales 4.679 millones o el 6% corresponde al segmento Agricultural Solutions.
Pero a pesar de ser uno de los sectores de menor contribución a la facturación, expresó en ese año un crecimiento interanual de 12%, que lo ubicó en segundo lugar, sólo detrás del segmento de la energía, que creció 38%.
Pero a la hora de aportar al resultado final, el agro fue responsable por el 9%, o 1.182 millones de euros.
A pesar de que la compañía ha ido expandiendo el foco de su interés a la biotecnología, el fuerte de la facturación sigue siendo la protección de los cultivos.En 2012, de los 4.679 millones de euros facturados, el 45% se explicó por la venta de fungicidas, el 34% por herbicidas y el 21% restante por insecticidas y otros productos.
El objetivo planteado por la compañía es el crecimiento a partir de la innovación tecnológica. A nivel general (incluidos todos los segmentos), la idea es que para 2020, los productos lanzados entre ese año y 2010 alcancen una facturación de 30.000 millones de euros. Específicamente para agro, se apunta a que la venta de nuevas soluciones tecnológicas llegue a 1.700 millones.
Geográficamente, el principal mercado de Basf es Europa, en donde colocó el 39% de las ventas, o 1.820 millones, ocupando el segundo lugar América Latina con el 26%, desplazando a América del Norte al tercer lugar con el 24% de participación. Asia, en tanto, quedó en cuarto lugar, con el 11%.
Como novedad más destacada en la actualidad de la empresa está la mudanza del centro de investigación de Plant Sciences (dedicado a investigaciones en biotecnología) de Europa a Estados Unidos, donde existe un entorno más favorable hacia estas tecnologías génicas.
Junto con Monsanto han desarrollado una tecnología de resistencia a sequía, bautizada Drought Gard, ya aprobada en ese mercado en 2011.
A fines de 2012 se concretó la adquisición de Becker Underwood, una compañía que opera en el segmento de los biológicos y con el cual la empresa apunta a posicionarse en el mercado del tratamiento de semillas.
“Con esta adquisición expandiremos aún más nuestra asociación estratégica con las empresas semilleras”, agrega el informe anual, confirmando el creciente interés de la empresa por la industria semillera.
El informe del primer semestre de 2013 ya da cuenta del efecto de la compra de BU, evidenciada en un crecimiento de las ventas. La adquisición dio origen a un área denominada Functional Crop Care.
Asimismo, es muy buena la evolución del aporte de innovaciones como el fungicida Xemium y el herbicida Kixor, de reciente lanzamiento. Estos productos operan bajo la marca paraguas de AgCelence.
Las últimas novedades se relacionan con una planta de formulación y envasado de agroquímicos en China, mientras que en Brasil se planea expandir la capacidad de la planta de Guaratinguetá.
A mediano plazo, la compañía espera que el segmento agrícola siga mostrando firmeza en su crecimiento y mayores aportes a los resultados económicos.
