Bayer CropScience es la unidad agro de la compañía alemana Bayer y una de sus tres grandes unidades junto con los productos farmacéuticos y los polímeros.
En el ejercicio 2013 esta unidad facturó €8.819 millones o el 22% del total de la compañía. CropScience se integra por la subunidad Protección de Cultivos y Semillas y por Tecnología Ambiental. En ese ejercicio, la primera mostró ventas por 8.168 millones o el 93%.
A pesar de que la empresa busca afianzarse en el negocio semillero y balancear sus ingresos, en el presente la protección de cultivos sigue siendo la principal fuente de euros.
De los € 8.168 millones, los herbicidas aportaron € 2.456 millones; los fungicidas, 2.195; los insecticidas € 1.622, y la protección de semillas, 921. Las semillas per se sólo facturaron 974 millones o el 11% de CropScience.
Pero el germoplasma es uno de los cuatro pilares de la estrategia de la compañía para el agro, y en particular lo que se refiere a soja y trigo. En 2013 compraron Wehrtec y Agrícola Wehrmann, dos compañías de un mismo grupo brasileño especializado en el desarrollo de genética de soja para el Cerrado de ese país.
Sobre fines del mismo año, compraron la argentina FN Semillas, también focalizada en el mejoramiento de la oleaginosa. Así Bayer hizo pie en el negocio del germoplasma sojero latinoamericano.
Es que América Latina es el mercado más dinámico de los alemanes. Con ventas por € 2.451 millones en 2013, se ubicó en segundo lugar detrás de Europa ( 2.799) y por delante de América del Norte y Asia Pacífico.
Según definen en su visión, la compañía busca tener acceso de largo plazo en programas de mejoramiento genético, y buscan construir posiciones significativas en trigo y soja.
Otro eje de su estrategia es volcar innovaciones al mercado y ampliar su portfolio de soluciones holísticas. Por caso, en 2013 adquirieron una compañía desarrolladora de productos biológicos, Prophyta, en Alemania. Así, para 2015 planean lanzar al mercado un nuevo fungicida, pero biológico.
En tanto, para este año preveían la salida de Verango y Velum, dos insecticidas para el control de nematodos, mientras que en 2015 estarían sacando Sivanto, otro más pero contra insectos chupadores.
La compañía está realizando fuertes inversiones en materia de investigación y desarrollo. CropScience tuvo un presupuesto en 2013 de € 857 millones o el 27% del total.
Y maneja objetivos sumamente ambiciosos. Sólo para 2014 se propuso comenzar a testear a campo 6 nuevas “entidades moleculares”, término que designa a sustancias biológicas o químicas, que incluso pueden ser traits biotecnológicos. Con 20 productos en la tubería (pipeline), piensan incrementar la facturación en 4.000 millones.
Junto a Syngenta están desarrollando un trait para soja que le otorgará al cultivo resistencia a tres herbicidas: isoxaflutole, glufosinato de amonio y mesiotrone. La idea es apuntar al control de malezas resistentes.
Otro de los focos es actuar en toda la cadena de valor, desde la semilla al alimento.
