Debido a la cosecha récord de soya, maíz, arroz, sorgo y sésamo por más de 2,2 millones de toneladas durante la campaña agrícola de verano 2012/2013, a la que se estima podría sumarse un volumen de cerca de 2,3 millones de toneladas de la campaña de invierno (girasol, soya, trigo, maíz, sorgo y chía), Bolivia se enfrenta a la grave amenaza de un colapso logístico, advirtió el presidente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), José Luis Landivar Bowles.
La frontera agrícola se amplió a cerca de 900 mil hectáreas sembradas por más de 14 mil productores agrícolas.
En la actualidad los silos están totalmente abarrotados y el Gobierno no otorga la ansiada “liberación plena” de los cupos de exportación para los enormes excedentes ya generados, que solo en el caso de la soya y el girasol significaron movilizar casi 1,9 millones de toneladas en la gestión 2012.
“Nuestro éxito productivo se está convirtiendo en una situación problemática que, de no encararse adecuadamente a muy corto plazo, podría convertirse en una pesadilla para los productores agrícolas, principalmente para los más pequeños”, puntualizó.
SOLUCIONES
Para Landivar, una de las soluciones sería mejorar el flujo de exportación. “Una vez garantizado el mercado interno, siendo que un 80 por ciento de la soya producida tendrá como destino los mercados internacionales, hay que tomar medidas para agilizar la salida de granos de los silos para su industrialización y exportación”, enfatizó.
Otro de los problemas que se reclama resolver es el lento trámite documental en Puerto Suárez que impide una rápida liberación de las barcazas ya cargadas y -en base a la mutua confianza- la liberación plena de los cupos para la exportación de alimentos.
Explicó que no sólo en Bolivia la infraestructura logística ha sido rebasada por el crecimiento de la producción agrícola sino también en Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay por la expansión de sus cultivos y volúmenes de producción, que en este año tienen un aumento de 32 millones de toneladas, lo que agrava la situación para Bolivia en cuanto a un uso más intensivo de la Hidrovía Paraguay-Paraná, dada la baja disponibilidad y el costo incrementado de las barcazas, la escasez de espacio en los puertos, las demoras para el carguío de la producción boliviana, etc”.
¿FRENO A LA PRODUCCIÓN?
Para Landivar la situación es muy preocupante, además, porque de no resolverse adecuadamente esta situación problemática, pese al buen deseo del Gobierno de expandir la frontera agrícola, la producción de alimentos podría sufrir un freno.
“Con un sistema logístico colapsado en lo interno, con restricciones para ampliar el flujo exportador y graves limitaciones logísticas en el exterior, la consecuencia futura podría ser un menor precio para el productor primario y ello podría derivar en un desincentivo a corto plazo que más bien baje la frontera agrícola así como las exportaciones, con la consecuente desaceleración del crecimiento que se ha venido dando en el último tiempo” remarcó.
SINERGIA PÚBLICO-PRIVADA
Para el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) identificar acciones conducentes a eliminar las restricciones a la exportación y agilizar su flujo para evitar el colapso de los silos, resulta urgente. Bolivia tiene graves problemas estructurales de logística, por su enclaustramiento geográfico en el centro de Sudamérica. Por tanto, hay que pensar en soluciones estructurales como el mejor uso de la Hidrovía Paraná-Paraguay, lo que supone su mantenimiento y construcción de nuevos puertos.
“Como siempre lo hemos hecho en el pasado en nuestro accionar técnico, en el Instituto Boliviano de Comercio Exterior estamos dispuestos a apostar por una sinergia público-privada, a que gobernantes y gobernados nos demos la oportunidad de recuperar una confianza mutua que, sobre la base de un análisis técnico serio, nos lleve a resolver esta situación que es de interés del país”, acotó.
DATOS
– Sobre un total de 269 millones de toneladas de producción mundial de soya para la campaña 2012/2013 -según estimaciones del Departamento de Agricultura de los EEUU- Brasil pasó a ser este año el primer productor con 83,5 millones de toneladas, desplazando a los EEUU al segundo puesto con 82 millones de toneladas.
– Bolivia ocupa el octavo lugar en el ranking mundial de productores de soya (por detrás de Brasil, EEUU, Argentina, China, India, Paraguay y Uruguay) y junto con Mercosur, que como bloque suma 146 millones de toneladas, se muestra como el “granero mundial” que produce más del 50 por ciento de la soya que alimenta al planeta.