A menos de una semana de su debut frente a Croacia, Brasil cerró su preparación para el Mundial que afrontará en su casa. El desafío será doble, por la presión de festejar ante su gente y la obligación de frustrar otro Maracanazo.
En su último partido derrotó por 1-0 a Serbia con gol de Fred, el tanto de la victoria que silenció los abucheos que se escuchaban en el estadio Morumbí de la ciudad de Sao Paulo por parte de hinchas insatisfechos con la producción de su equipo, al igual que en la goleada por 4-0 frente a Panamá.
Brasil afrontó el amistoso con su elenco titular, el mismo que triunfó categóricamente en la última Copa Confederaciones. Si bien no luce, Scolari logró armar un equipo sólido que funciona como tal, donde el bien común prevalece por sobre la inspiración individual. Con esa premisa, la Verdeamarela enfrentará el desafío más complejo de su historia.

