“Se habla del corretaje de 50 mil toneladas que luego exportó CHS, una cooperativa estadounidense. Lo que nosotros hicimos fue juntarle de a poquito esa cantidad de trigo a esta firma, que sí tenía los permisos de exportación. Ahí terminó nuestra tarea”, aclaró Eduardo Buzzi, titular de la Federación Agraria, la información publicada ayer por Página/12
El matutito afirmó el domingo que la entidad se quedó con una ganancia de 700 mil dólares, sólo por la venta de las primeras 25 mil toneladas, que podrían haber ido a las manos de los productores si el tándem FAA-Federar (la empresa corredora de la entidad) hubiera pagado el precio pleno por un cupo de trigo que les otorgó el Gobierno en julio de 2011.
Buzzi sostiene que su entidad sólo se dedicó a juntar el trigo (50 mil toneladas) para que sea exportada por una cooperativa norteamericana llamada CHS.
“Nosotros no recibimos ROE de exportación”, dijo ayer Buzzi en declaraciones a Radio Mitre.
Según señaló a Página 12 el gerente de la Cooperativa Agrícola Ganadera de Armstrong Ltda., Horacio Peroni, fue el propio Buzzi el que les dijo a los productores y cooperativas que debían comercializar sus granos a través de Federar.
El tándem FAA-Federar pagó por las primeras 25 mil toneladas de trigo entre 185 y 195 dólares la tonelada, cuando el FAS teórico era en esa fecha –20 y 21 de julio– de entre 220 y 226 dólares. Por esa operación, el tándem FAA-Federar pagó entre 30 y 40 dólares menos por tonelada y se quedó con una ganancia de 700 mil dólares, señala el matutino.
“Nosotros hacemos corretaje, no hacemos exportación. Y se trata de un trigo de baja calidad, que no tiene el mismo precio que el que se publica en pizarra”, sostuvo Buzzi.
Según indicaron a Página/12 desde Agricultura, puede ocurrir que por el trigo de baja calidad proteica (que no significa que sea un trigo malo) se fije un precio pleno con una diferencia del 5 por ciento con relación al resto del trigo.
“En ese momento pagamos el mejor precio posible”, sostuvo Buzzi.
“El 90 por ciento del comercio de granos queda en manos de las multinacionales y sólo un 10 por ciento puede operar el movimiento cooperativo, como ACA o AFA”, agregó.

