Las tormentas de hielo y nieve que causaron en China la muerte de al menos 60 personas amenazan la capacidad del país asiático para responder a la emergencia.
Li Pumim, portavoz de la Comisión Nacional de Reforma y Desarrollo, aseguró que las centrales térmicas de Pekín y Shanghai sólo tienen carbón para una semana.
Ante este panorama, el Gobierno chino ordenó al 90 por ciento de las minas de carbón estatales que intensifiquen la producción y dio prioridad al transporte de ese mineral, del que obtiene más del 70 por ciento de su energía.
Debido al temporal de nieve, considerado el más cruento desde hace 50 años, las provincias de Hunan, Jiangxi y Guizhou sólo disponen del 50 por ciento de la capacidad eléctrica habitual.
La ola de frío también dañó un millón de viviendas y paralizó líneas ferroviarias y autopistas, impidiendo a millones de chinos, en el sur, centro y este del país, volver a sus casas para el Año Nuevo Lunar, que se celebra el próximo jueves, informó el diario español El País.
Al menos 60 personas murieron debido a las nevadas que causó pérdidas económicas por más de 5.000 millones de euros y despertó dudas sobre la capacidad del país para responder a las emergencias.
Cientos de miles de personas quedaron bloqueadas en las estaciones sin poder regresar a sus pueblos y el precio de los alimentos se disparó por falta de suministro.
Las autoridades desplegaron más de 300.000 soldados y cerca de 1.100.000 paramilitares y reservistas para ayudar en las tareas de auxilio y seguridad.
La Administración Meteorológica China prevé un mejoramiento de las condiciones climáticas, pero el Gobierno advirtió que la situación seguirá siendo difícil en algunas zonas.
Fuente: Télam

