En Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, los pastizales naturales aseguran las funciones ecosistémicas y son una fuente de forraje para la ganadería ovina extensiva, que reúne a más de 5.000 productores. Debido –principalmente– al sobrepastoreo, esta actividad económica desencadenó procesos de erosión que modificaron el ambiente y disminuyen el rendimiento.
En este sentido, el INTA comunicó que desarrolla herramientas y estrategias de manejo que permiten detener esos procesos erosivos y, al mismo tiempo, obtener la máxima productividad ganadera compatible con la preservación de los recursos naturales.