En los últimos años, productores, técnicos y fabricantes se preocuparon por lograr una cosecha eficiente reduciendo al máximo el huellado superficial y la compactación. Las lluvias caídas en el Chaco, que según el gobierno generarían pérdidas en cultivos de girasol, algodón y soja en unas 300.000 hectáreas, bajan raudas hacia el norte santafesino y alarman a los productores.
En un trabajo realizado por ingenieros del Proyecto Agricultura de Precisión del INTA Manfredi se enumeran alternativas para aumentar la flotabilidad y la transitabilidad de las cosechadoras mediante adaptaciones especiales sobre los neumáticos.
Las propuestas para adaptación de equipos de cosecha son varias. La utilización de neumáticos tipo Terra Tyre con banda ancha y de baja presión de inflado, neumáticos de alta flotabilidad con tacos a 45°, neumáticos radiales convencionales, semiorugas de acero u orugas con banda de caucho, son algunas de las opciones.
Las perspectivas de venta de este tipo de neumáticos son diversas. Para Gabriel Scarsi, de Alliance Tyres Company, “las expectativas de ventas son buenas”. “Vamos a tener un repunte a partir de febrero y 2005 va a ser un año bueno, de transición, con precios intermedios. El campo está muy sembrado y los productores no lo van a dejar sin cosechar”, opinó. Alberto Marchionni, distribuidor nacional de neumáticos de alta flotación de origen sueco, Trelleborg, confirmó a Infocampo que “han salido algunas máquinas para cosecha de girasol hacia el norte de Santa Fe y sur del Chaco equipadas con neumáticos de alta flotación”. No obstante, aseguró que en zona núcleo “no hay problemas de piso”.
Juan Ignacio Martínez Dodda | jdodda@infobae.com
