El fuerte salto productivo se debe principalmente al incremento de área sembrada, de 49,2%, con lo cual se alcanzaron las 970 mil hectáreas.
La ampliación de la superficie sembrada permitió compensar la baja en el rendimiento nacional, que rondaría los 38 quintales por hectárea, “un 12% menor a la media lograda durante la excelente campaña precedente”.
La entidad destacó que las precipitaciones de abundante intensidad durante octubre y a nivel nacional, aplacaron el déficit hídrico que comenzaban a transitar los plantíos de cebada en la mayoría de las regiones.
Simultáneamente, los cuadros lograron recuperar el escaso desarrollo que presentaban a la fecha, indicó la bolsa porteña en su informe semanal.
Puntualmente, hacia el margen oeste del área agrícola nacional, donde el cultivo se vio más afectado por la falta de humedad, el cambio en la condición fue “rotundo”, aunque se evidenciaron mermas en el rendimiento potencial.
En el centro santafesino y cordobés los lotes están próximos a cosecha y transitan su madurez fisiológica, por lo que se esperan rendimientos desde los 20 a 35 quintales por hectárea.
La Bolsa de Cereales aclaró que esta primera proyección de producción nacional podría sufrir modificaciones, en el caso de registrarse heladas tardías.
“Aún no se descarta la posibilidad de registrar bajos registros térmicos durante la segunda quincena del mes en curso”, y esas eventuales heladas “podrían impactar sobre la productividad media de los núcleos más importantes ubicados sobre el sudeste y sudoeste de Buenos Aires”, advirtió el informe.

