La presidenta Cristina Fernández ingresó ayer al Sanatorio Otamendi. Luego de 24 horas de internación, deberá someterse a un tratamiento endovenoso durante cuatro días, según informaron allegados a la Presidencia a Infobae.com.
Durante la internación, el equipo de especialistas diagnosticó que la mandataria tiene una bacteremia, nombre técnico con el que se alude a la presencia de bacterias en la sangre, en este caso de “probable foco intestinal”.
Este tipo de cuadros suele generar fuertes molestias a quien lo padece pero no reviste gravedad para la salud. Anoche en el entorno de la Presidente especulaban que el origen podría haber sido algún alimento en mal estado.
La última actividad oficial de la jefa de Estado fue el jueves, cuando dio un discurso en el cierre del Congreso de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (Adimra). A diferencia de otros fines de semana, esta vez decidió quedarse en Olivos y no viajar a Santa Cruz. Se la pudo ver activa en las redes sociales.
Cristina Kirchner tiene agendada para mañana una reunión con su par chilena Michele Bachelet para conmemorar los 30 años del Tratado de Paz bilateral y los cinco años del Tratado de Maipú. Incluso se pretende realizar una videoconferencia con el papa Francisco. Habrá que esperar ahora cuál es la recomendación de la Unidad Médica de la Presidencia.

