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“Cuando los ingresos son bajos, todos los alimentos parecen caros”

Así lo considera la analista ganadera María Julia Aiassa al comparar el salario medio de Argentina con la inflación acumulada y el precio de la carne vacuna.

infocampo
Por Infocampo

La analista del Rosgan, María Julia Aiassa, realizó un informe sobre uno de los temas que más preocupa al Gobierno Nacional, que es el precio de la carne vacuna.

Como primera conclusión se entiende que “cuando los ingresos son bajos, todos los alimentos parecen caros”, dado que la analista compara el salario medio de la Argentina con la inflación acumulada y el precio de la carne vacuna.

Si sólo se observan los datos del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de diciembre, que elabora el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), la carne y sus derivados finalizaron el año con un alza del 57,6%, lo que significa más de 20 puntos por encima de la inflación general. En efecto, el aumento registrado durante de diciembre adicionó unos 15,5% puntos al acumulado anual, cuadruplicando el IPC general de ese mes.

Este dato haría pensar a cualquier persona que el precio de la carne está caro, pero el dato importante a tener en cuenta es el poder adquisitivo de los consumidores y su relación con el alimento.

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Observando la relación entre las tres variables, salario medio, inflación anual y precio de la carne, se puede ver en el gráfico que el principal problema para los consumidores se encuentra en que desde el 2014 a la fecha el poder adquisitivo siempre quedó por debajo de la inflación.

“Si medimos el gasto promedio en carne vacuna a finales de 2011, con un consumo medio per cápita de 56 kg/año, tenemos que cada argentino destinaba cerca de $1.800 al año, a valores corrientes. Sobre un ingreso medio anual equivalente a $43.150, en promedio, se destinaba un 4,2% del ingreso total al consumo de carne vacuna“, detalla Aiassa.

Y continúa: “Diez años después, con 6kg menos de consumo per cápita, este gasto promedio en carne vacuna asciende a $26.670, considerando valores a diciembre. Es decir, sobre un ingreso medio estimado en $37.600 -asumiendo ajuste equivalente a inflación-, la proporción de ingreso destinado al consumo asciende hoy al 5,5% del presupuesto total“.

En definitiva, el consumidor argentino a través de su poder de compra es quien pone techo al precio de la
carne, incidiendo sobre más del 75% de la producción nacional.”, indica la analista.

Hacia el futuro, Aiassa señala un par de variables que podrían llegar a estabilizar los precios de la carne vacuna, “posiblemente con un pico estacional muchos más suavizado hacia marzo”:

* Consumo vacacional más limitado.
* Demanda ciertamente estabilizada.
* Sin margen para volcar nuevos aumentos al mostrador.

Paralelamente, tres factores podrían llegar a incidir aún más en el consumo de carne, ejerciendo mayor presión en el poder de compra de los consumidores, por fuera de la capacidad de regulación del sector:

* Descongelamiento de tarifas.
* Ajustes impositivos para el presente ciclo.
* Corte de planes de asistencia social.

Informe completo haciendo click AQUÍ.