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El ambiente marca la diferencia

En La Unión (Venado Tuerto), César Giménez y Luis Negruchi trabajan en la sintonía fina del manejo según la caracterización agroecológica de cada ambiente del campo.

En La Unión (Venado Tuerto), César Giménez y Luis Negruchi trabajan en la sintonía fina del manejo según la caracterización agroecológica de cada ambiente del campo.
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Por Infocampo

A partir de la actual coyuntura económica, la toma de decisiones eficientes es parte fundamental de cualquier planteo agrícola y empresario. Pero un manejo optimizado y eficiente requiere de las herramientas necesarias para llevarlo a cabo.

El conjunto de desarrollos tecnológico obtenido no puede progresar sin el manejo agronómico que lo pondere.

Paulatinamente, el productor se adentra en una nueva etapa, en la cual el manejo pormenorizado de los ambientes de su establecimiento es premisa clave.

De esta integración es que surge la agricultura de precisión. Infocampo llegó hasta una de las localidades de elevado potencial productivo nacional, dialogó con pioneros en el desarrollo de esta tecnología y visitó un establecimiento que la implementa desde hace siete años.

‘La agricultura de precisión no es más que una herramienta que permite tomar una mejor determinación al momento de sembrar, aplicar fertilizantes, fitosanitarios, regar o realizar otra labor agrícola, de acuerdo con las condiciones del suelo o estado del cultivo. De hecho hoy la renombramos como ‘agricultura de decisión”, explicó el Ing. Agr. Luis Negruchi, quien trabaja junto a Sergio Marinelli con esta tecnología desde hace 12 años.

En este contexto, el ‘adiós a los lotes’ se ha convertido en una de las afirmaciones principales de la agricultura de precisión. Al detectar la variabilidad ambiental se procede a la planificación y ejecución de un manejo diferencial fuera de los límites preestablecidos de la unidad mínima del establecimiento. Como todo proceso de transformación, requiere de tiempo y conocimiento para su implementación.

Gran parte de las experiencias en esta materia se desarrollan en la En La Unión, el primer mapa de rendimiento se hizo en 2002 En Venado Tuerto apuestan al manejo diferencial del suelo estancia ‘La Unión‘, en la localidad de Venado Tuerto, al sur de Santa Fe, junto a un grupo de trabajo coordinado por los ingenieros agrónomos César Giménez y Christian Justianovich.

‘Cuando Luis se acercó para plantearme la iniciativa, yo fui el más reticente a aceptarla’, declaró Giménez durante la visita.

Aunque hoy se lo puede ver como gran defensor de la agricultura de precisión, él fundamentó su negativa inicial al escaso diferencial entre ambientes que pensaba encontrar en los lotes debido al elevado rendimiento promedio de la superficie agrícola.

“Al apoyarnos sobre lo seguro, toda nueva tecnología, en primera instancia, genera dudas”, explicó Giménez.

No obstante, en La Unión hace más de 17 años que practican siembra directa, y desde el 2000 se encuentran en un proceso evolutivo de intensificación de las rotaciones.

Dos años más tarde realizaron el primer mapa de rendimiento. Es decir, que tienen historia en la búsqueda de la sustentabilidad y los manejos eficientes.

Hasta el día de hoy recuerdan que a través de la heterogeneidad de rendimiento que detectaron en los primeros mapas descubrieron que uno de los campos había tenido en la década del 80 actividad ganadera láctea. “Hasta el día de hoy genera ruidos en la interpretación de los datos, marcando una variabilidad inducida por el hombre que perdura en el tiempo”, destacó Negruchi.

Desde ese momento, los profesionales arribaron a una conclusión que denominaron ‘Memoria de nuestro suelo’, y que se sigue manifestando más allá de un ciclo productivo.

“Una de las conclusiones es que todas las prácticas de manejo realizadas en la actualidad tendrán beneficio o perjuicio el día de mañana”, afirmó el profesional.

En la campaña actual, el establecimiento maneja un 50% de la superficie, con una rotación trigo/cebada con maíz y soja de segunda. El resto de la superficie es destinada a maíz, con la posibilidad de incorporar sorgo. Mapas.

En los caminos de la precisión, la obtención de los mapas de rendimientos es el primer paso en la recopilación de datos. “La suma de información a lo largo de los años, junto a la interpretación agronómica, nos permite encontrar diferentes ambientes productivos”, aseguró Justianovich.

En función del punto anterior, los técnicos aseguran que, después de años de práctica, se encuentran con fundamentos para realizar un manejo productivo más acertado por ambiente.

En esta sintonía, para la próxima campaña los profesionales plantearán, por primera vez, la fertilización variable como técnica de manejo a utilizar.

En este esquema, las dosis variables estarán comprendidas para los cultivos de trigo y maíz. Las dosis de fertilización nitrogenada se aplicarán de acuerdo con la potencialidad de cada cultivo.

Un punto en donde los profesionales hacen hincapié es en los aspectos relacionados con las tecnologías de procesos. “La materia orgánica, la estabilidad de los agregados, la infiltración del suelo y la actividad biológica microbiana, no pueden comprarse como sucede con el variado paquete tecnológico, no menos importante, que hoy ofrece el mercado actual”, afirmó Justianovich.

En la firma, tanto desde el punto de vista empresarial y técnico, entienden que el capital de mayor valor que tienen que defender es la tierra, y su productividad en el tiempo. Normalmente se habla de eficiencia productiva cuando se analizan los datos de la última campaña del trigo, maíz o soja, para la administración.

“Este concepto va más allá del cultivo en cuestión, y tiene una visión a largo plazo, llamada efectividad a lo largo del tiempo”, explicó Justianovich.

En esta línea, los profesionales destacaron que debe continuar el aprendizaje a la hora de interpretar las interacciones entre el suelo, el genotipo y el ambiente, para hallar equilibrio entre rentabilidad y sustentabilidad.

Tras años de trabajo con ambientes identificados, y sin aplicar todavía dosificación variable, la reposición de fósforo alcanzó valores superiores a las 25 ppm.

Esta dosificación se llevó a cabo sin restarle a ningún lote la participación de las gramíneas en la rotación.

Más allá de cualquier escenario económico, los profesionales de La Unión señalaron que los niveles de materia orgánica aumentaron a valores que van desde 2,97 a 3,72%, dentro de los primeros 10 cm de suelo.

Este reservorio de materia orgánica permitió aumentar la cantidad de agua, aire y nutrientes dentro del suelo. De este modo se genera un capital importante para sortear épocas de adversidades climáticas como las ocurridas en esta campaña.

Los profesionales coincidieron en que un correcto manejo por ambientes tiene como consecuencia un diferencial agronómico, que se traducirá en mayor rentabilidad.

Artículo publicado en la edición de hoy de Infocampo Semanario

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