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El girasol todavía da batalla

Los productores "de sangre girasolera" cuentan estrategias para mantenerlos en la rotación. "Nos estamos acostumbrando a valores de grano de girasol por debajo de la soja", afirmó Ricardo Negri, presidente de la Asociación Argentina de Girasol.

Los productores "de sangre girasolera" cuentan estrategias para mantenerlos en la rotación. "Nos estamos acostumbrando a valores de grano de girasol por debajo de la soja", afirmó Ricardo Negri, presidente de la Asociación Argentina de Girasol.
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Por Infocampo

Rápidamente referencia los valores actuales que alcanzan los $800 por tonelada, a causa principalmente de que la demanda mundial se encuentra frenada. Infocampo dialogó con los productores, que valiéndose de la eficiencia en el uso del agua, el objetivo de diversificar de la producción y el manejo por ambientes todavía apuestan por el cultivo.

Ricardo Negri, en su establecimiento ‘El Mallín’, en Daireaux (centrosudoeste de la provincia de Buenos Aires), diversifica la producción de verano entre los tres cultivos más importantes: maíz, soja y girasol.

A cada uno de ellos se les destina un tipo de ambiente: los de mayor potencial (20%) a maíz, los de capacidad media a soja (60%), y los menos aptos (20%), o más arenosos, a girasol.

A pesar que, dentro del esquema de Negri, el cultivo parece marginado, el técnico reconoce las virtudes del girasol. ‘Cuando en la última campaña todos los cultivos estivales mostraron magros rindes, para nuestro girasol la campaña fue excepcional, con rindes promedio pocas veces logrados de 31  qq’, sostuvo.

Con una expectativa promedio de rendimiento para esta campaña de 25 a 27 qq/ha, el técnico no duda en la aplicación de tecnología y manejo de enfermedades en la oleaginosa.

En esta campaña, la región se inicia con condiciones agroclimáticas inferiores a la anterior, ya que las importantes lluvias de primavera todavía no se registraron y el cultivo ya comenzó a implantarse. El paquete tecnológico incluye fertilización nitrogenada, fosfatada y azufrada, a la vez que control de enfermedades y malezas. Con la aplicación de 40 kg/ha de una mezcla fósforo-azufrada (7%N-40%P- 5%S) para el ‘despunte’ del cultivo, y 80 kg/ha de urea se cubren la totalidad de los requerimientos nutricionales.

Las densidades menejadas son entre 50.000 a 60.000 plantas/ha, con tendencia al incrementarse.La selección de los híbridos también es otro aspecto para tener en cuenta. Se emplean materiales CL (con resistencia a los herbicidas de la familia de las imidazolinonas) y cultivares sin resistencia, los que manejan con fluorcloridona más acetoclor.

También se presupuesta cada campaña para peste negra, aunque de acuerdo a los resultados de los monitoreos de la últimas campañas no se detectó la presencia de la enfermedad.

Hacia la zona sur y sudeste bonaerenses, las estrategias son otras. Para Daniel Rybner, productor de la localidad de Cascallares, al sur de Tres Arroyos, el peso del girasol en sus esquemas es muy importante. Destina entre el 70 al 80% de la superficie de gruesa a la siembra de la oleaginosa,  mientras que lo restante es soja.

En estos ambientes, la diferenciación se encargó de hacerla el mismo paisaje. Por ello, el técnico deja los peores lotes, aquellos con la tosca a menor profundidad, para la siembra de la soja, mientras que los profundos y arenosos son para el girasol.

Aunque el cultivo no tiene la potencialidad de la soja, Rybner deposita en él toda su confianza basada en su experiencia.’Con la soja alcancé rendimientos de 30 qq que nunca obtuve con el girasol, pero con la soja muchas veces no coseché nada y con el girasol nunca trillé menos de 1.200 kg/ha’, sostuvo.

El arranque de la campaña en Cascallares comenzó con 167 mm de perfil hídrico disponible luego de todo el otoño y el invierno en barbecho.

Hasta el momento, Rybner sembró la mitad de la superficie y calcula finalizar con las labores hacia finales de octubre para comenzar con la otra oleaginosa de verano.

A pesar que los suelos son de excelente aptitud agrícola, el clima es subhúmedo. De esta manera se restringe la selección de materiales CL, ya que entre la cosecha de girasol y la siembra de trigo no se alcanzan a acumular los milimetrajes efectivos para la degradación del residuos de imidazolinonas.

‘Con la seca de la última campaña gruesa, y que se extendió al arranque de la fina de 2009/10, sembré materiales de girasol CL, con lo cual no pude sembrar, en algunos lotes, trigo, que en mi rotación es el cultivo que se alza con la totalidad de la superficie’, dijo.

A pesar de la coyuntura, el técnico siempre prefiere manejar el cultivo con alto nivel tecnológico. También adecua su densidad a la oferta hídrica, con lo cual 56.000 plantas/ha le aseguran que no consuma más de la oferta.

La semilla se trata con curasemillas, y con la siembra se aplican 50 kg de PDA, y en aquellos lotes de mayor potencial la fertilización nitrogenada llega hasta los 100 kg con urea.

Rybner aclaró que los costos del girasol no deben ser superiores a los 20 qq, más teniendo en cuenta que la totalidad de la superficie que trabaja es de bajo arrendamiento.Aproximadamente, los costos directos llegan hasta los 200 u$s/ha más los u$s120 de los arrendamientos.En Necochea, Mateo Bosch persigue con el girasol la diversificación de ambientes productivos.

En esta zona, los rendimientos objetivos son 30 qq, ya que el promedio de la última campaña llegó a los 28 qq con picos de 33. Así, logrando el rinde estimado en campo propio, las rentabilidades son mínimamente de 80 u$s/ha.

Hasta el momento, el técnico sólo sembró unas 100 ha de las casi 600 que tiene proyectadas. La fertilización de este planteo sólo pasa por la aplicación de 40 kg de PDA, logrados con una mezcla con 9%N-46%P- 4%S.

Ya que Bosch conoce la profundidad que alcanzan las raíces de girasol, lo cual le permite que el cultivo se ‘cuelgue’ de la napa, las densidades sembradas con materiales CL e híbridos comunes son muy altas (70.000 plantas/ha). Sin embargo, en este momento, la condición de los perfiles es óptima, pero las napas aún no están recargadas.

El coordinador técnico del convenio Inta-Asagir, Carlos Feoli, estimó que a marzo probablemente exista una mejora sustancial en el precio del girasol. ‘Hasta el momento no hay señales que evidencian una mejora en el precio a corto plazo, ya que la demanda mundial está frenada. La buena producción de palma (competidor en el mercado internacional con el girasol), las excelentes producciones del este europeo más los altos stocks mundiales de aceite hacen a un mercado equilibrado’, sostuvo.

Aunque el precio disponible es bajo, pero no de los peores que ha conocido el mercado, más la condición de los mercados internacionales, sumado a que no se está sembrando en los mejores ambientes de las regiones tradicionales y los altos valores de retenciones, las consideraciones de manejo se trazan en función de la expectativas.

Por último, Feoli concluyó: ‘Es importante que el productor conserve el físico sin fijar precios con anterioridad, ya que de esa manera conserva la fuerza negociadora’.

 Pablo Losada

(Nota publicada en la Edición de hoy del Semanario Infocampo)

 

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