Funcionarios del gobierno nacional están analizando la posibilidad de cerrar las exportaciones de casi todos lo productos cárnicos bovinos por temor a que haya problemas de oferta en el mercado interno a partir del primer trimestre de 2009.
La idea del oficialismo sería autorizar solamente y sin restricciones las exportaciones de los cortes más caros provenientes del Rump & Loin (lomo, bife angosto y cuadril) de forma tal de acotar el volumen exportable de carne para así poder volcarla el grueso de la media res al mercado interno.
La semana próxima la presidenta Cristina Fernández de Kirchner viajaría a Rusia para concretar negocios con operadores del sector cárnico. Allí la primera mandataria espera anunciar la venta de 150.000 toneladas de carne a dicha nación (cuya demanda casi desapareció luego de la crisis financiera global).
El gobierno planea colocar en Rusia el enorme excedente de carne presente en las cámaras de los principales frigoríficos del país para luego aplicar la nueva restricción a las exportaciones.
Si bien esto no parece tener mucha lógica en la actualidad, dado que hoy lo que sobra es carne y lo que falta es justamente demanda dónde colocar el producto, los funcionarios K temen que el bajo nivel de reposición de los feed lots termine generando un problema de oferta en algún momento del primer semestre del año que viene.
