“Hay que poner las cosas en perspectiva. Lo que está pasando en Brasil no es algo menor. En lo que va del año se les fueron casi u$s40.000 millones. El real está ajustando bastante y la novedad es que no podían frenar la devaluación”. Así reseñó una importante fuente del Gobierno lo que está sucediendo con el real, que en lo que va del año se deprecia casi 19% y supera el ritmo de devaluación del peso argentino (tomando el dólar oficial) en torno al 14 por ciento.
El dólar en Brasil está en 2,435 reales y este movimiento ascendente podría generar más presiones al tipo de cambio argentino. “Nosotros, si tomás el ritmo de devaluación del peso en el último mes, te está dando una tasa del 30 por ciento. Con lo cual estamos más cubiertos”, aseveran en el Gobierno.
De todas formas, creen que más temprano que tarde el gobierno brasileño saldrá a ponerle un freno a la depreciación de su moneda. De hecho, anunciaron que inyectarán u$s60.000 millones de acá a fin de año para controlar las fluctuaciones de la moneda. “Con un nivel de reservas alto como tienen, no tendrán problemas en frenarlo”, admiten.
De hecho, según la información del Banco Central, el país carioca tiene reservas por 373.500 millones de dólares. Obviamente lo que le sobra es poder de fuego. La inquietud, más allá de todo, es qué tanto interés tienen las autoridades brasileñas en acelerar una baja de la moneda, en medio la lucha por lograr más competitividad.
Igualmente, en el Gobierno siguen de cerca lo que pase con el real en Brasil. Sucede que Brasil es el socio comercial más importante de la región para la Argentina. Y, cómo evolucione la moneda carioca hace al nivel de competitividad de la Argentina.
En ese sentido, en el Gobierno monitorean lo que es el Índice Tipo de Cambio Real Multilateral que realiza el Banco Central. El índice mide el precio relativo de los bienes y servicios de la economía argentina con respecto a los de un grupo de países con los cuales se realizan transacciones comerciales.
A diferencia de los tipos de cambio real bilaterales, el tipo de cambio real multilateral mide el valor real del peso en relación a las monedas de sus principales socios comerciales. Y la ponderación de cada socio dentro del índice refleja su participación en el comercio total (exportaciones más importaciones) de la Argentina.
Brasil es el que tiene mayor peso dentro de ese índice, por ende dentro de los países con los cuales comercia la Argentina, en torno al 35 por ciento. Por ende, entre más devalué Brasil, más presión habrá para que Mercedes Marcó del Pont acelere la caída del peso.
El marco tampoco es el mejor: recientemente se conoció un mal dato de la balanza comercial de julio (caída del 40% interanual hasta los u$s770 millones de superávit), sumado a una cuenta corriente también golpeada por el turismo (drenaje de dólares).
Por ahora, en la Rosada esperan que Brasil salga a ponerle límites a la devaluación del real y así no agrave el atraso cambiario que hay en la Argentina.
