En estos días me toca suceder a Juan Avellaneda en la presidencia de Maizar, y la continuación de su brillante gestión al frente de esta asociación implica para mí una enorme responsabilidad. La Asociación Maíz Argentino es hoy uno de los emprendimientos más desafiantes del sector agroalimentario en nuestro país. Aquí están representados todos los eslabones de la cadena productiva del maíz, desde el desarrollo de ciencia y tecnología, la provisión de insumos para el cultivo, la producción, comercialización e industrialización, hasta los consumidores finales de la creciente cantidad de subproductos del cereal. Uno de los principales problemas que debe enfrentar la Cadena del Maíz en la actualidad son los bajos precios a nivel nacional e internacional. A nivel mundial, el maíz es víctima de la política de subsidios, principalmente por parte de la UE, que inciden directamente sobre los precios de los granos forrajeros. Para lograr modificar esta situación, resulta fundamental que la Argentina estreche sus vínculos con los países que integran el grupo Cairns, como Australia, Canadá o Brasil y negocie un sistema de comercio agropecuario equitativo en todos los foros mundiales. El próximo mes de diciembre, en Hong Kong, tendrá lugar la rueda de Doha, y es muy importante que mostremos firmeza en los planteos ante la OMC. Desde Maizar es nuestra intención colaborar con el Gobierno Nacional en este tema. En el ámbito nacional, es un hecho que la próxima cosecha de maíz va a ser substancialmente menor a la del año anterior. Paralelamente, la demanda interna por parte de las industrias que lo utilizan como materia prima para la transformación en proteínas viene creciendo rápidamente y las industrias de molienda húmeda y seca, buscan decididamente un mayor nivel de eficiencia y de calidad. De esta manera, el saldo exportable se va a reducir y estimamos que va a haber una fuerte puja de precios entre el mercado interno y la exportación.
Juan Gear
Especial para Infocampo
