En 2009 la mayor parte de los propietarios de campos podrían dejar de ser rentistas para transformarse en socios de los empresarios agrícolas por medio de acuerdos asociativos.
En estos días, la mayor parte de los empresarios que producen en campo alquilado están negociando el estiramiento de las últimas cuotas del alquiler ‘para intentar trasladarlas al final de la cosecha gruesa’, al tiempo que ya se está empezando a conversar la readecuación de los acuerdos que se firmarán en 2009.
‘Creemos que tomará fuerza, a partir de la finalización de esta campaña (2008/09), nuevas metodologías asociativas ligadas a los niveles de producción’, dijo hoy a Infocampo Pablo Murray, integrante del estudio jurídico Murray, Fiorito, Díaz Cordero & Sirito de Zavalía
‘En los últimos años veíamos que a esta fecha ya tenían acordado de manera implícita el nuevo alquiler y al momento de firmarse el contrato se pagaba por adelantado; esa situación ya no existe’, añadió el abogado especializado en contratos rurales.
Cada caso es diferente: algunos propietarios ‘especialmente aquellos que no dependen del ingreso del campo para vivir’ comprenden la magnitud de la actual crisis y aceptan que en 2009 los acuerdos deberán ser asociativos; otros en cambio pretenden seguir obteniendo un ingreso fijo en un nivel lo más similar posible al último pactado (estos casos por lo general se observan en familias que no cuentan con otro ingreso que el proveniente del arrendamiento agrícola).
‘Hay más negociación y el productor busca asociarse tanto en las ganancias como en las pérdidas al dueño del campo’, apuntó Murray.
Si los precios actuales de los granos se mantienen al momento de la cosecha gruesa, la inmensa mayoría de los arrendatarios registrarán un quebranto significativo y, en un escenario de crédito escaso y caro, la demanda de campos para alquilar podría caer de manera dramática.
De hecho, muchos propietarios de campos de diferentes regiones productivas se vieron obligados a “rematar” sus propiedades en el mercado de alquileres agrícolas al descubrir que buena parte de la demanda de campos desapareció este año por el desfavorable escenario climático, financiero y económico que experimenta el sector
