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En dos semanas, comienza la venta de semilla de soja Intacta

Monsanto prepara el lanzamiento en el país de los materiales con resistencia a herbicidas e insectos. Los productores deberán pagar un canon tecnológico por su utilización.  

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Por Infocampo

Con un intrincado proceso de comercialización, y cierto margen para la prueba y el error, se lanzará comercialmente, a mediados de este mes, Intacta RR2 Pro, la nueva tecnología desarrollada por Monsanto en semillas de soja resistente a herbicidas y a insectos.  

Los principales objetivos de la compañía en el país se centraron, en los últimos años, en la venta de semillas de maíz y del herbicida glifosato. Con su nuevo desarrollo, regresará al negocio de las semillas de soja y, además de proveer la tecnología a otros semilleros, volverá a darle aire a Asgrow, su marca propia de semillas.  

Monsanto se había alejado de la venta de semillas de soja a principios de la década de 2000, cuando, a raíz de otro conflicto, se le denegaron las patentes para la soja RR. Hubo entonces una transferencia tecnológica hacia semilleros como Nidera, ACA y Don Mario. Ahora, sin abandonar a esos aliados, volverá a la plaza con marca propia. 

“Intacta se lanzará comercialmente en la segunda semana de septiembre; estamos hablando de los contratos comerciales con los semilleros que van a vender la tecnología”, explicó Pablo Vaquero, vicepresidente de Monsanto Argentina, según publicó La Voz del Interior. 

Según precisó, la colocación de la soja Intacta en el mercado tendrá dos faces. El germoplasma se venderá al productor tal como se hace hoy, con un determinado precio por bolsa y a través de distintos semilleros, pero la tecnología incorporada se comercializará por tonelada de rendimiento.  

En ese proceso, el productor suscribirá un contrato en el que acepta la tecnología patentada y se compromete a pagarla. Tendrá tiempo desde ese momento hasta la cosecha (con una tasa de interés), para declarar cuánto piensa producir. En caso de que la cosecha fracase, no tributará por este concepto.  

Para el caso de que el productor no declare que ha obtenido un determinado rendimiento con la tecnología, en el momento de la venta del grano al acopiador se le hará un testeo y, en caso de tratarse de soja Intacta, se le descontará del pago el uso de la tecnología, más una penalidad.  

Según Vaquero, este sistema ya es utilizado en Brasil. “La idea es que el productor comprenda que esta tecnología tiene un precio que puede pagar desde el día en que compra la bolsa hasta el día de la cosecha. El intrincado proceso de declaración y testeo para determinar el uso de la tecnología deriva de que, en la Argentina, la ley de semillas permite que el productor se haga su propia semilla para sembrar, a cambio de que declare voluntariamente el origen del germoplasma.  

Sólo el 10 por ciento de los productores cumple con ese requisito, por lo que Monsanto cobrará una regalía por el uso de la nueva tecnología. El precio final del germoplasma –con los eventos biotecnológicos incorporados– será fijado en días más, luego de que concluyan ensayos vinculados con rendimientos asociados a la presencia de insectos, que se efectuaron en el norte del país.    

Por sus características y beneficios, Monsanto prevé que en cinco años Intacta ocupará el 65 por ciento del mercado de la semilla de soja en el país y convivirá con la actual soja RR1.  

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