Antes de dejar su mandato al frente de la Secretaría de Agricultura de la Nación, el ingeniero agrónomo Miguel Campos cumplió con un objetivo más a favor de la biotecnología agrícola: promulgó la resolución 60/2007 por la cual se facilita la liberación comercial de cultivos transgénicos que posean dos eventos previamente autorizados.
La idea de Campos había sido anticipada por Infocampo en la edición del 29 de diciembre. La propuesta del ahora ex funcionario era facilitar la disponibilidad por parte de los productores agrícolas de híbridos de maíz que contengan simultáneamente el gen de resistencia a insectos (Bt) y a glifosato (RR), en la medida que ambos eventos se encuentren ya debidamente autorizados.
En la actualidad, la limitante para el crecimiento del maíz RR es que el productor debe resignar la posibilidad de protegerse de la diatraea con el transgénico Bt.
En las semilleras se especula que la liberación comercial de los maíces apilados o estaqueados, como se conoce en la jerga genética a los híbridos con dos eventos transgénicos juntos, disparará la demanda.
Los fundamentos de la resolución coinciden con los argumentos planteados en la nota de Infocampo, hace casi un mes y medio: en la misma naturaleza se puede combinar en el grano la característica de resistencia a glifosato y a insectos, y nadie ha planteado objeciones porque ello ocurra.
A partir de ahora, entonces, los semilleros que quieran obtener el registro comercial de maíces estaqueados sólo deberán obtener el visto bueno de la Comisión Nacional de Biotecnología Agrícola (Conabia) respecto de que la interacción de ambos genes en una misma planta no genera efectos indeseables, denominados epistáticos.