En la búsqueda de productos financieros originales, y con el objetivo de paliar la crisis financiera y caídas en la bolsa de sus clientes más importantes, la gestora de fondos Financière d’Uzes lanzó un fondo de inversión colectiva de grandes vinos.
“La idea es considerar una botella de vino como una inversión, un nuevo tipo de activo como pueda serlo una acción, y pasar de una lógica de consumo a una lógica financiera”, explica el director general de la gestora, Dominique Goirand, que recuerda que su fondo es el primero de este tipo en Francia declarado ante la Autoridad de los Mercados Financieros (AMF), según informa Ámbito Financiero.
Sin embargo, se trata de un fondo contractual, destinado sólo a un tipo de clientes informados y que deben tener conocimientos específicos y exclusivos: para entrar en él hace falta una inversión mínima de 250.000 euros.
Los grandes vinos que adquiere la gestora se eligen siguiendo una lista de criterios muy precisos. “Compramos aquellos vinos que nos parecen estar por debajo de su precio real tras haber hecho un análisis minucioso. En cuanto a la calidad nos basamos en un grupo de 25 catadores. No buscamos ni vinos de colección ni añadas más antiguas de 10 o 15 años”, explica Hugues Lapauw, analista en Uzès Gestion y enólogo.
El objetivo es invertir el 75% de este fondo en vino, y al menos la mitad de ese porcentaje en grandes vinos de las regiones de Burdeos y Borgoña. Se compran a negociantes especializados y principalmente en el Liv-ex Fine Wine Exchange, la bolsa del vino en Londres. El fin de la gestora es lograr un rendimiento superior al de los bonos franceses a cinco años.