El gobierno provincial mantiene toda su infraestructura volcada a la atención de los damnificados por la emergencia hídrica que afectó al centro y oeste del Chaco. La situación se considera controlada desde el punto de vista sanitario, al tiempo que continúa entregándose ayuda desde Desarrollo Social, tanto a los más de 5.000 evacuados como a la gran cantidad de gente que permanece en sus casas pese a estar inundadas.
En tanto, mientras se realiza el seguimiento del escurrimiento de las aguas -lo que demora completar una evaluación- se prevén pérdidas económicas muy importantes, por lo que el Ministerio de la Producción diseña estrategias para completar el ciclo productivo.
Según expresó a Infocampo el ministro de Gobierno, Hugo Matkovich, titular de la Junta Provincial de Defensa Civil, “el jueves comenzaron a instalarse dos puentes Bailey en los cortes realizados por pobladores en la ruta 95 para que escurran las aguas”.
Todos los funcionarios del gobierno provincial se trasladaron a las zonas más comprometidas, divididos en diferentes equipos de trabajo, manteniendo como base de operaciones los galpones de SECHEEP en Presidencia Roque Sáenz Peña, una ciudad ubicada en el centro provincial.
El ministro de la Producción, Hugo Morand, señaló que los más de 900 milímetros de agua que cayeron en los últimos días “afectaron a la principal zona productiva del Chaco, por lo cual las previsiones de daños son verdaderamente importantes”.
El funcionario se excusó de dar cifras “por cuanto aún se deben evaluar los efectos de la masa líquida que se desplaza hacia el sur por la pendiente natural que tiene en esa zona nuestra provincia”. “Hay productores que no podrán cultivar durante un año entero, pero la mayor parte puede tener alternativa de una soja de segunda entre los próximos días hasta la segunda semana de febrero”. Indicó además que “desde el punto de vista productivo no es bueno anticipar datos sin certeza, pero el impacto económico no es un dato menor”.
El girasol casi perdido. El ministro consideró que el 10% de la superficie del Chaco está afectada y casi toda es zona cultivada. Puntualizó que en esa zona, la mayor cantidad de girasol está perdido porque si no hubiese ocurrido este fenómeno, la semana próxima habría comenzado la cosecha. “Algunas plantaciones están paradas, pero con un suelo muy húmedo o con agua, por lo que cualquier viento medianamente fuerte puede terminar volteando las plantas, perdiéndose totalmente”, explicó.
“La soja se encontraba en etapa de floración, las plantas chicas están perdidas porque fueron tapadas por el agua”, agregó Morand. “En ese contexto, el algodón puede ser lo más recuperable”.
Daniel Jara | Corresponsal de Infocampo en Chaco
