En los últimos días estamos viendo en los medios una escalada del tema carnes. Inexorablemente debemos de poner paños fríos y reflexionar; el triste antecedente del problema de las papeleras en la frontera argentino-uruguaya debería ser un claro ejemplo de cómo no debemos hacer las cosas. En vez de reflexionar y buscar consensos, todos los actores redoblaron sus apuestas, y cuando se encontraron en un callejón sin salida trataron de hallar soluciones difíciles de lograr a esta altura de los acontecimientos. Con el tema de la carne no debemos seguir ese camino. Todos los días vemos cómo aparecen declaraciones extemporáneas que, en vez de aclarar, oscurecen el panorama. Así como no hay una sola causante tampoco hay una sola solución. Todos los actores deben de sentarse a una mesa y encontrar puntos en común y no ahondar diferencias.
El Gobierno debe de darse cuenta de sus errores y dar marcha atrás en aquellas medidas que no tuvieron el efecto buscado (aumento intempestivo de los límites de faena, suspensión de exportaciones), y los integrantes de la cadena deben de buscar acuerdos entre ellos mirando el bien general y el del negocio ganadero en su conjunto, y no sólo intereses sectoriales.
Mas allá del acuerdo quedan algunos puntos interesantes que nos invitan a la reflexión.
Hoy el tema es el índice inflacionario, y todo aquello que aumente el mismo es enemigo. Este Gobierno juega fuerte contra los que no se alínean con sus intereses. No tiene límites ni le interesan los efectos que determinadas medidas puedan tener. En el problema de las carnes el Ministerio de Economía se convirtió en mero vocero presidencial y el secretario de Agricultura en un espectador de lujo.
La dirigencia agropecuaria perdió por knock out. Parece que este estilo presidencial de jugar fuerte los deja sin reacción y sólo atinan a balbucear quejas. Será porque como dijo un encumbrado dirigente \” todos tenemos un cadáver en el ropero”.
La falta total de conocimiento de los medios y de la opinión pública en general sobre los temas agropecuarios. Ver a los móviles de los principales noticieros de TV el jueves 9 esperando en Liniers la apertura de las operaciones fue una muestra patética de esa ignorancia. Ni qué hablar de los verdaderos exabruptos de algunos comunicadores sociales. A propósito de esto, ya que el Instituto de la Carne va a tener vacaciones por al menos seis meses, no sería mala idea que financiaran una campaña para aclararle a la opinión pública los procesos y los tiempos de la carne.
Raúl Etchebehere
raule@infomedia.com.ar
Director de Operaciones de Infomedia Producciones S.A.
