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Inmuebles rurales: “Hay un mercado activo, demanda insatisfecha de campos agrícolas y ganaderos”

La Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales trazó un panorama positivo: dijo que fue el mejor primer semestre de los últimos cuatro. Valores de la tierra bajos son un incentivo para que las operaciones sigan creciendo.

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Por Infocampo

“Sin duda, este primer período de 2023 analizado ha sido el mejor de los últimos tres o cuatro semestres anteriores”.

Esta frase forma parte de un extenso análisis de mercado que realizó la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR) y constituye un resumen de las expectativas optimistas que tienen en la entidad, luego del repunte mostrado por la actividad y ante la esperanza de que un cambio de Gobierno traiga mejores condiciones de negocio.

Según CAIR, “en los últimos meses, el mercado comenzó una lenta pero sostenida recuperación de la actividad”, entre otras razones porque “la existencia de pesos en el mercado y su difícil resguardo ante índices altos de inflación, derivó en que una gran parte de ellos fueran volcados a los alquileres de campos agrícolas y ganaderos”.

En este punto, la Cámara hizo foco en un aspecto clave para entender el mejor momento: “La demanda para campos agrícolas y ganaderos quedó insatisfecha. Eso también es una buena noticia”, enfatizó.

INMOBILIARIAS RURALES ACTIVAS

Al entrar al análisis en profundidad de lo sucedido durante el primer semestre, la CAIR afirmó que la mayor actividad que ya se vislumbraba en el semestre pasado, se transformó en operaciones concretadas y “podemos afirmar que actualmente ya hay mayor actividad en el mercado”, insistió.

Esto se refleja en todos los indicadores que observan en el sector: más visitas, una mayor vocación de compra y más de una operación concretada a valores satisfactorios para ambas partes; es decir, tanto para compradores como para vendedores.

“En síntesis, estamos ante un mercado activo, con oferta y demanda equilibrada, levemente con una mayor demanda y poca oferta para campos agrícolas muy buenos, y cierto equilibrio para campos mixtos y una mayor oferta para campos ganaderos”, señaló la CAIR.

Esta situación es diferente a lo que venía sucediendo en el semestre anterior, cuando en la puja de la oferta y la demanda, era el vendedor quien terminaba cediendo, cerrando la operación por un valor menor al esperado.

Este cambio de tendencia y la concreción de las operaciones en valores aceptables para ambas partes, también es una buena noticia”, consideró la entidad.

TIERRA A PRECIO “DE OFERTA”

De acuerdo con CAIR, un factor clave en este contexto es que “los valores relativos de la tierra en nuestro país están, en relación al contexto regional y mundial, en niveles inferiores, produciendo lo mismo o aún más”.

“Podemos afirmar que estamos ante un piso de valores y es bueno que así sea para compradores, vendedores y operadores”, añadió.

De esta manera, hay muchos operadores requiriendo campos porque aguardan una valorización en el futuro inmediato.

“Acompañados de políticas económicas para el sector que se mantengan en el tiempo, junto a precios más libres, que tiendan a una recuperación, la tendencia de todos los mercados es a buscar su paridad”, precisó CAIR.

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Para la Cámara, estos cambios de tendencia son los que generan una reactivación en la dinámica de los negocios. Concretamente, más movimiento, más revisaciones y ofertas que, si bien aún muchas siguen siendo inferiores a las esperadas y las operaciones no se concretan, el vendedor espera cumplir sus expectativas.

“En ocasiones, cuando existe una verdadera vocación de venta y de compra, suelen llegar a buen final y las partes sortean cooperativamente las dificultades. Este escenario se ve en más de una ocasión y parecería que hay una mayor decisión y vocación por comprar e invertir en el agro”, completó la CAIR.

En conclusión: “Estamos ante un mercado activo”, continuó la entidad, aunque aclaró que “estas características del mercado no se pueden hacer extensivas a toda la Argentina”, porque “los campos alejados y marginales, o con poca estructura, son difíciles de vender”.

En ese caso, “tendremos que pensar en valores muy ajustados, plazos diferidos de pago y en valor carne, como medida de ajuste ante la inexistencia del peso argentino como moneda”, remarcó la CAIR.