Publicidad Cerrar X

Investigadores de Rosario se interesan por supermaleza

Si bien la maleza disminuyó su presencia regional en nuestro país en la última década, su frecuencia es estable. Aconsejan monitorear y registrar los lotes, incluyendo los márgenes.

Si bien la maleza disminuyó su presencia regional en nuestro país en la última década, su frecuencia es estable. Aconsejan monitorear y registrar los lotes, incluyendo los márgenes.
infocampo
Por Infocampo

El sorgo de alepo es gramínea perenne de uso forrajero considerada hoy una de las peores malezas. Se encuentra distribuida en 53 países, ubicados en un rango de latitudes muy amplio (55°  N hasta 45° S). Esta especie vegetal  ostenta un récord de estrategias y metodologías usadas en la productividad agropecuaria para limitar su crecimiento y difusión. Además de los métodos preventivos y el diseño de herramientas específicas para el control mecánico, utilizados desde hace más de 25 años, su presencia ha sido motivo del uso de una gama creciente de herbicidas al principio no selectivos, como el glifosato aplicado con el equipo popularizado âde sogasâ, y luego el desarrollo y difusión de una gama de herbicidas selectivos, tanto de aplicación en presiembra como en posemergencia.

Si bien el sorgo de alepo presenta en nuestro país una abundancia regional significativamente menor que en décadas anteriores, también es cierto que aún permanece ampliamente difundido en los ecosistemas agropecuarios con cultivos primavero-estivales y lo que no es menos importante, con carácter estable en los últimos diez años. Relevamientos realizados en las campañas 2001 a 2006 en un área que tiene como eje la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNR, de unos 200 km alrededor de Rosario, muestra que si bien su frecuencia en un lote en particular es baja, en más del 60% de 126 lotes relevados la maleza está presente. ¿Cuáles son las razones que han facilitado la persistencia del sorgo de Alepo en los sistemas agropecuarios modernos?  Se presume que la tendencia hacia la disminución/eliminación de las labranzas (Aapresid, 1999), tendría como secuela cambios en la longevidad de las estructuras de persistencia (semillas, coronas y rizomas) y en la dinámica del crecimiento y desarrollo de las estructuras aéreas y subterráneas que favorecerían su persistencia bajo las nuevas condiciones de cultivo. De igual modo, los cambios de manejo del sistema pueden afectar la dinámica del reclutamiento e instalación de plántulas, una estrategia que aparece muy dependiente de la población inicial de rizomas. Estas hipótesis acerca de su persistencia se amplían a una escala mayor si se agrega el hecho de la aparición de biotipos resistentes a glifosato, un hecho comprobado recientemente en el noroeste del país. Para complicar aún más el panorama, cabe señalar además que biotipos de los EE.UU de esta especie exhiben resistencia a los herbicidas graminicidas tipo Accase (Heap, 2006).

 

Eduardo Leguizamón

Docente de la UN de Rosario, Cátedra de Malezas

Especial para Infocampo

Seguí leyendo:

Temas relacionados: