Kruguer SA es el resultado de la decisión de tres emprendedores, que venían de trabajar juntos en la cerealera Continental, de hacerse un lugar en el mundo agroindustrial. La meta ha sido la prestación de servicios a las industrias agropecuaria y agroalimentaria, con creciente complejidad de agregación de valor.
Arrancaron en 1992 realizando la producción de semillas híbridas para terceros, básicamente con destino a la exportación (contraestación), lo que implicó el montaje de una secadora de maíz en espiga, la misma tecnología que utilizan los grandes semilleros multinacionales.
Así, en campos propios y arrendados, bajo riego, Kruguer convertía las líneas parentales de sus clientes en bolsas del híbrido comercial listo para sembrar.
Con la idea de avanzar en la cadena de valor, en el mismo enclave de Manuel Ocampo (partido de Pergamino) donde estaba la planta de semillas, montaron una planta de molienda de oleaginosas por el método de solvente, el mismo utilizado por las principales compañías aceiteras, con una capacidad de operación de 600 toneladas diarias. Esto ocurría en 1998.
El disparador fue el crecimiento que estaba teniendo la avicultura en la región y la posibilidad que otorgaba el crushing de convertirse en proveedores de harina de soja de esa actividad.
Casi simultáneamente con la puesta en marcha de la aceitera, la compañía decidió entrar en el negocio avícola, montando galpones de ponedoras, con capacidad para 450.000 animales.
Nuevamente, la idea vectora fue ampliar el portfolio incorporando una alternativa al pellet de soja y el maíz, que es su transformación en proteína animal en forma de huevo.
Esta unidad de negocios demanda unas 10.000 toneladas anuales de alimentos balanceados, lo cual involucra la producción de maíz de unas 1.000 hectáreas. Sucede que la empresa también realiza la agricultura, en campos propios ubicados en la zona de Pergamino y en otros arrendados tanto allí como en Chaco y Santiago del Estero.
En total, unas 20.000 hectáreas son producidas por Kruguer anualmente. Con esta paleta de negocios, en 2006 la empresa decide dar un nuevo salto hacia la integración de los negocios construyendo una planta de congelados hortícolas en el Parque Industrial de Pilar (Buenos Aires).
Con una inversión que supera largamente los 10 millones de dólares, lo innovador fue, además de la tecnología de punta utilizada en la misma, el hecho de abarcar desde la producción de las hortalizas hasta su venta como congelados en bolsas.
De esta forma, sostienen, se maximiza el revenue (ingresos) de cada hectárea de campo. Es que los productos hortícolas generan mucho más ingresos por inversión en tierra que los commodities agrícolas.
La planta cuenta con un proceso de IQF (Individual Quick Frozen), con capacidad para procesar 60 toneladas diarias.
Kruguer procesa esencialmente bróccoli, acelga, espinaca, maíz dulce y arvejas, cuyos períodos de producción le aseguran el uso permanente de la tierra y de la planta.
Con los congelados son proveedores de “marcas blancas” paraalimentarias, como Mc- Cain, Arcor, Marfrig y Perdigao, o cadenas de retail como Día%, Carrefour,
Los planes de la compañía en el corto plazo son continuar la inversión en el área de congelados y construir una planta de refinación de aceites (ya está en marcha) en Pilar, continuando así en el proceso de agregación de valor a los productos del agro.
Los congelados están tanto apuntados al mercado interno como a la exportación, principalmente a Chile y Brasil.
(Artículo publicado en la edición de hoy de Infocampo Semanario)
