En las últimas semanas, han vuelto a proliferar los reclamos de entidades y dirigentes agropecuarios y políticos para que el Gobierno avance definitivamente con una rebaja o eliminación de las retenciones, habida cuenta del derrumbe del precio de los granos y cómo eso ha vuelto a poner a la actividad agrícola al borde del quebranto.
En este sentido, un informe de la asesora Mónica Ortolani compartido por la plataforma Agroeducación le pone números a este mal momento que está sufriendo la rentabilidad sectorial y que se cristaliza en el fuerte deterioro de la relación insumo-producto.
“La agonía del poder adquisitivo de los granos en Argentina”, se titula el artículo de Ortolani, que comienza haciendo una comparación sobre la evolución de la inflación en el país versus el movimiento de precios de los granos.
Mientras los precios del Índice de Precios al Consumidor aumentaron 166% en el último año, tomando las cotizaciones disponibles en pesos del Matba-Rofex, la soja solo subió 29%; el trigo, 38%; y el maíz, 46%.
“Si dichas cotizaciones vigentes al 10/12/2023 hubieran seguido la inflación del 166%, el trigo debería cotizar a $390.000, el maíz a $332.000 y la soja a $612.000. Por lo tanto, han perdido poder adquisitivo en un 48%, 45% y 51% respectivamente”, sentencia Ortolani.
Y agrega: “En síntesis, un productor agropecuario, con los ingresos de la venta de sus granos, hoy puede comprar la mitad de los bienes y servicios que podía adquirir hace un año”.
EL PODER ADQUISITIVO AGRÍCOLA
Pero para poder observarlo con aún más claridad, siempre es útil hacer las comparaciones de precios en términos relativos y aquí aparece un dato clave: la pérdida de poder adquisitivo agrícola está ocurriendo pese a que los valores de los principales insumos también cayeron.
En concreto, la urea y el fosfato monoamónico (MAP) disminuyeron sus precios en un 47% y 20% respectivamente. Mientras que el glifosato lo hizo en un 42%.
Sin embargo, cuando se observan las cotizaciones de los granos, se desplomaron un 50% el trigo, 48% el maíz y 54% la soja.
En consecuencia, al calcular las relaciones insumo-producto, el deterioro es evidente:
- Urea: solo el maíz mantiene prácticamente el mismo poder de compra que el año pasado, mientras que se necesita un 6% más de trigo y un 14% más de soja.
- MAP: se requiere un 61% más de trigo, un 52% más de maíz y un 73% más de soja en comparación con la campaña anterior.
- Glifosato: se necesita un 16% más de trigo, un 10% de maíz y un 25% más de soja.
“Aun financiando a tasa 0% en dólares, implica en soja, a la cotización actual mayo/25, entregar un quintal más para adquirir urea y glifosato, y casi dos quintales más para abonar MAP”, grafica Ortolani.
¿Y PARA RENOVAR EL TRACTOR O LA PICK-UP?
En este marco, la consultora también realiza una comparación sobre cuántas toneladas se necesitan para comprar un tractor o una pick-up en la actualidad y en relación a los valores históricos.
En este caso, el cálculo es para trigo y soja, y de acuerdo a información de la revista Márgenes Agropecuarios.
El resultado es que la relación insumo/grano, en estos vehículos, está entre las más altas de la serie histórica que comienza en diciembre de 2002, en plena crisis económica nacional.
“Tomando ambos extremos, se observa que nuestros productores necesitan entre un 20 y 30% más de grano que en la peor crisis económica argentina, para renovar dos inversiones básicas”, lamenta Ortolani.
EL FUTURO NO ES PROMETEDOR
En tanto, Ortolani avanza además en proyectar qué puede pasar en los próximos meses, en función de las estimaciones de inflación y las actualizaciones del tipo de cambio, en medio de un mercado mundial de granos en el que no se prevén grandes saltos de precios.
Por un lado, el relevamiento de expectativas de mercado (REM) emitido por el Banco Central de la República Argentina (BCRA) estima una inflación anual del 29,4% en 2025.
Por el otro, lo que hizo Ortolani fue aplicar un tipo de cambio futuro acorde al “crawling peg” del 1% mensual que tiene previsto ejecutar el ministro de economía, Luis Caputo.
Así, “si las cotizaciones futuras en dólares se mantienen en sus niveles actuales y se aplica el tipo de cambio estimado, solo el trigo se ubicaría en niveles cercanos a la inflación esperada, con un aumento de entre el 28% y el 24%, manteniendo así su poder de compra”, resume la asesora.
Por su parte, el maíz capitalizaría a tasas anuales en pesos de entre el 3% y el 8%, mientras que la soja al momento de la cosecha tendría un valor inferior a la posición actual. Solo la posición de noviembre mostraría una capitalización de dos dígitos, alcanzando un 10%.
“Por consiguiente, la película muestra a futuro, la agonía que padece del poder adquisitivo de los principales cultivos, generadores de divisas genuinas para nuestro país. Así, los productores pierden poder de compra, con una inflación esperada que correrá más fuerte que el mayor valor esperado de sus granos”, concluye Ortolani.
