A pesar de los números, la caída de abril “hay que considerarla como un hecho extraordinario”, advirtieron desde CICCRA, antes de destacar que se está realizando un proceso de negociación entre las partes, tendiente a agilizar los envíos al exterior.
De continuar la liberación gradual de las exportaciones, “debería traducirse en la recuperación del nivel de actividad sectorial” y se vería reflejado en los guarismo de mayo y junio, anticiparon.
De todas formas, CICCRA advirtió que el retroceso del nivel de actividad afectó la producción total de carne, y ejemplificó que en abril se produjeron 191.000 toneladas de res con hueso de carne vacuna, es decir, 23% menos que en marzo y un 27,2% menos que en abril de 2005.
En lo que respecta al peso promedio de la hacienda faenada, en abril de este año se ubicó en 226 kilos/gancho, un 2% menos que en el mes anterior.
La explicación: al suspenderse las exportaciones, bajó la faena de las categorías más demandas en el exterior y que al mismo tiempo son las de mayor peso promedio: novillos y vacas.
Con relación a marzo, la faena de estas categorías disminuyó un 35,6% y un 23,4%, respectivamente.
En términos interanuales, el peso promedio se mantuvo un 4,5% por arriba, “pero esta comparación está afectada por la implementación de un peso mínimo de faena de 260 kilos en pie, a partir de noviembre del año pasado, reglamentación que se elevó a 280 kilos en pie desde el primero de marzo del corriente año.
En el primer cuatrimestre, además, la faena total fue de 4,03 millones de cabezas, un 11,6% menos que el mismo período de 2005.
Para CICCRA, en esta caída influyeron dos hechos principales: “el aumento del peso mínimo de faena de 260 a 280 kilos a partir del primer día de marzo, medida que redujo la disponibilidad de hacienda para enviar a faena, tanto por cuestiones técnicas (se requiere más tiempo para alcanzar el nuevo peso mínimo) como por cuestiones políticas”.
Para la industria, la medida también habría profundizado la pulseada entre el gobierno y el sector productor y consignatario, amplificando el efecto de la restricción técnica.
El segundo impacto estaría dado por la propia pulseada política desencadenada a los pocos días la suspensión temporaria de las exportaciones, “que disminuyó la actividad de los frigoríficos exportadores”.
La medida -que comenzó a regir a partir del 14 de marzo- no interrumpió los embarques con carta de crédito en firme y los cortes Hilton, por lo que el impacto no se vio reflejado ese mes, sino recién en abril, cuando tuvo su mayor incidencia, debido a se paralizaron incluso los cortes Hilton.
En el primer cuatrimestre de 2006 la producción de carne alcanzó un nivel de 918.000 t de res con hueso, un 7,3% menos que en período enero-abril de 2005.
El peso promedio de faena en el primer cuatrimestre fue de 228 kilos/gancho, es decir 11 kilos más que lo observado en el mismo lapso del año anterior. “En términos relativos, la mejora fue de 4,9%”.
Los guarismos de abril no mostraron cambios en las decisiones de losproductores en lo que respecta a la retención de vientres.
Apoyos a la ONCCA por HIlton
La Asociación de Productores Exportadores Argentinos (APEA) y la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA) respaldaron el trabajo realizado por la ONCCA en pos de la nueva distribución de la cuota Hilton.
En ambos casos, se ponderó el fin definitivo de los repartos por medidas judiciales, de esta cuota cárnica de 28.000 t de alto valor destinadas a la UE.
“Los productores exportadores somos concientes de la necesidad planteada desde el gobierno nacional de mantener como criterio básico y fundamental la vocación y aptitud exportadora, pero sin descuidar la equidad, eficiencia y justicia distributiva, elementos imprescindibles para el crecimiento armónico de la actividad”, expresó APEA.
Por su parte, desde CICCRA enfatizaron que “se ha democratizado la cuota: el número de plantas entre las que se distribuye la misma pasó de 40 fábricas en 2003 a 65 para el período 2006-07, permitiendo la reducción de la judicialización desde 50% a sólo 2%”.
Y agregaron que la distribución 2004-05, por la cual paradójicamente procesaron a Miguel Campos, sentó las bases para ampliar el número de plantas beneficiarias terminando con la concentración existente hasta entonces”.
