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La mayor parte de los productores argentinos confían que la caída del precio de los granos obedece a una corrección bajista

Las fuertes bajas internacionales hicieron que se evaporaran las órdenes de ventas locales de soja. En el actual escenario de inestabilidad no existe manera de saber si se trata de una toma de ganancias o un derrumbe.

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Por Infocampo

La órdenes de venta de soja –tanto disponible como futura– prácticamente se evaporaron en el mercado local a partir de los descensos registrados por la oleaginosa en el ámbito internacional.

La retracción de la oferta podría estar indicando que la mayor parte de los productores argentinos espera que las fuertes bajas registradas en los últimos días obedecen a una corrección bajista (algo perfectamente esperable luego de las alzas brutales observadas en las últimas semanas).

Lo cierto es que –en el actual escenario de inestabilidad monetaria global– no existe manera de proyectar si los descensos que estamos viendo en estos días obedecen a una típica corrección (como la que registraron en agosto pasado los commodities; ver gráfico aquí) o bien a un derrumbe generalizado promovido por operadores especulativos (que podrían retrotraer los valores actuales a los presentes en septiembre pasado).

En la zona de influencia de Rosario ayer se hicieron algunas ventas de soja disponible en valores de 1270 a 1280 $/tonelada (323 a 325 u$s/t). En el Matba el precio de cierre del contrato soja mayo 2011 fue de 309,0 u$s/tonelada (con un volumen operado escaso). La mayor parte de los empresarios agrícolas permanecieron (expectantes) retirados del mercado.

En el mercado de Chicago (CME Group) el contrato de soja mayo 2011 cerró ayer en 450,0 u$s/tonelada con una baja de 24,0 u$s/t con respecto al lunes. Y en lo que va del presente mes de noviembre acumula una caída del 1,2% (a diferencia del contrato soja mayo 2011 del Matba que en lo que va de noviembre acumula una suba del 1,4%).

La noticia que disparó una toma de ganancias masiva en el mercado internacional de contratos futuros de commodities se originó en China: las máximas autoridades económicas de la nación asiática anunciaron que aplicarán medidas contundentes para intentar contener la inflación promovida por la emisión masiva de dólares realizada por EE.UU.

Un artículo publicado hoy miércoles en el diario China Daily –medio oficial del gobierno central chino– indicó que entre las medidas por implementar podrían incluirse “precios máximos en alimentos, refuerzos en los castigos aquellos que especulen con productos agrícolas tales como maíz y algodón, medidas para evitar el acaparamiento y oferta de subsidios para alimentos con el propósito de frenar la inflación”.

El artículo del China Daily menciona que en el último año el valor de una canasta de 18 vegetales básicos en 36 grandes ciudades chinas subió un 62,4%, según datos del Ministerio de Comercio de China. Es decir: el problema que tienen es serio.

Tal como ocurre en momentos de extrema incertidumbre, los títulos del Tesoro de EE.UU. registraron alzas en línea con una apreciación del dólar estadounidense versus el euro (que no es por cierto la mejor contraparte para medir el valor relativo de otra moneda). Eso sucede porque dichos títulos son una suerte de “refugio” ante movimientos especulativos masivos de alcance global y final impredecible.

A comienzos de noviembre la Reserva Federal de EE.UU. (Fed) anunció que liberaría un nuevo paquete de liquidez de 600.000 millones de dólares hasta fines del segundo trimestre de 2011 (a razón de 75.000 millones de dólares mensuales en un plazo de ocho meses).

La última vez que la Fed decidió crear liquidez de manera masiva fue a fines de 2008 con el propósito –en el marco de otras muchas acciones– de salvar en ese entonces a la economía mundial de un colapso. Esa decisión generó una inflación enorme en commodities. La mala noticia es que también provocó (y seguirá provocando) un aumento de la volatilidad (es decir: subas gigantescas acompañadas de correcciones bajistas violentas).

La nueva medida de la Reserva Federal ya tiene hasta un slogan propio: “Quantitative Easing” o por sus siglas QE2 (el número dos es porque se trata de la segunda expansión monetaria de alcance masivo).

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