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La recría crece en las zonas marginales

La recría empieza a tomar forma y volver a apostar es negocio en zonas marginales donde la producción de maíz y alfalfa pueden complementar bien al rodeo. Ahora, comienza el manejo a ser lo más importante.

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Por Infocampo

La ganadería está en un momento de transición y con posibilidades concretas de crecimiento en zonas marginales. Por ejemplo, en Mendoza, se apuesta a una recría para poder mejorar y alcanzar un crecimiento sostenido en la producción. Infocampo dialogó con Juan Elizalde, y resaltó que “en general, en Mendoza, el mayor desarrollo de alfalfa y maíces bajo riego para recríar y engordar vacunos esta más hacia el sur en la zona de San Rafael, que es la zona de irrigación del Rio Atuel, aquí, es de la zona de Tunuyán y Valle de Uco, y se dedican más a viñedos y frutas”.

Por otra parte, el técnico explicó que “incluso en zonas están apareciendo pivotes de riego, todo con el objetivo de producir una alta materia seca por hectárea, probablemente superior a la que se obtiene en la Pampa Húmeda, en condiciones de secano, aca podemos hablar de entre alfalfa y maíz entre 18 y 25 toneladas de materia seca por hectárea, donde es bueno, y con esa cantidad se pueden recriar una cantidad de terneros y engordarlos entre 10 y 17 terneros por hectarea”.

A su vez, al detallar y sectorizar en Mendoza, Elizalde explicó que “en la zona de secano, hay una carga muy baja, de alrededor de 1 vaca cada 15 hectáreas en promedio, y eso se dedica básicamente a producir el ternero. En todo caso, si la producción del ternero es baja es porque no hay controles reproductivos, pero la cría, pero ese pasto para el ternero no funcionaria para recriarlo, o al menos de forma intensiva, entonces se pasa a este sistema intensivo que por cada hectárea permite recriar entre 10 o 15 terneros por una hectárea ensilada, que es una cantidad muy importante, porque en muy poca superficie se puede concentrar mucha hacienda”.

A la hora de detallar la alimentación, el técnico subrayó que “el maíz, no es que se adapta mejor que la alfalfa, sino que puede aprovechar, mejor que otras especies, ya que al no tener limitante de agua, puede generar más rendimiento. Aquí, por ejemplo, el sorgo pierde sustento porque uno de los grandes atributos de ese cultivo es su resistencia a sequía, por eso, el sorgo funciona bien en secano”.

Y continuó: “El maíz, en general, tiene mejor conversión que la alfalfa, por varios motivos. Tiene mas energía, tiene menos fibra, entonces permite ganancias de peso que son superiores a la alfalfa, si un animal gana más por día, tiene menos tiempo al animal recriando, entonces el gasto del mantenimiento del animal es menor que una alfalfa, que gana menos por día, y cuesta más mantenimiento”.

Por otra parte, el asesor explicó que “no obstante, no quiere decir que todo se haga silo de maíz, va a depender de la intensificación del sistema, porque se puede arrancar con alfalfa irrigada, y suplementarlo con grano de maíz puro, y así voy a lograr una conversión de peso más rápida y eficiente. Pero puedo ir reemplazando al maíz por alfalfa y eso permite en recría de terneros y kilos logrados”.

La alfalfa también puede crecer en la zona y ampliar su producción, pero requiere de una rotación intensiva con la horticultura. “La alfalfa se sigue usando ya que al tener tanta producción por hectárea, ya que al tener que rotarse con otros cultivos por el tema de la rotación hortícola, entonces cumple un rol en el esquema de rotación con el maíz, y por el otro lado, y permite aportar vitaminas y minerales al silo que es justamente eficiente, y permite ahorrar minerales”, señaló Elizalde.

Por Alejandro Besana, Semanario Infocampo

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