“No podemos organizar juegos sin estadio. Es una situación de emergencia”, disparó Jérôme Valcke, secretario general de la FIFA, este martes en la sede de Curitiba, ciudad en el sur de Brasil. Los plazos de las obras en el estadio Arena da Baixada están totalmente vencidos, fuera de todo plazo, y la situación es alarmante, según publicó Infobae.
“De hoy al 18 de febrero, (los responsables del estadio) tendrán que decidir. A partir de hoy y hasta esa fecha es necesario que se hagan las obras que nos permitan confiar en que es posible realizar el Mundial aquí. Como está hoy, es un peligro”, afirmó Valcke en una visita al estadio.
Sin inhibiciones, el directivo aclaró que la situación “no es del agrado” de la FIFA y dejó en duda la realización de los cuatro partidos de primera fase en Curitiba. En dicha sede, deberían enfrentarse España-Australia, Honduras-Ecuador, Irán-Nigeria y Argelia-Rusia.
Los responsables del estadio comunicaron a la FIFA que las obras estarían acabadas el 26 de marzo, lo que despertó una molestia aún mayor. Ni siquiera el césped ha sido instalado todavía, aunque la organización brasileña asegura que está plantado hace meses en un campo del sur de Brasil.
El Arena da Baixada, inaugurado en 1999 y remodelado para la Copa del Mundo, tuvo dificultades para conseguir la financiación por parte del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), tras las garantías financieras presentadas por el Atlético Paranaense (dueño de casa) junto a la alcaldía de Curitiba y la Gobernación del estado de Paraná.
