Se conocieron los datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura con cifras hasta el mes de febrero pasado, e indican que la caída del consumo y las ventas por exportaciones es importante para los dos primeros meses del año en comparación a igual fecha del año 2015. En todo el país en enero se vendieron algo más de 67,7 millones de litros y en febrero 65,7 millones de litros lo que suma unos 133,4 millones de litros, una cifra menor en unos 11 millones de litros de vinos del bimestre 2015 lo que se traduce en una cifra en rojo del 7,3 %. En cuanto a las exportaciones la cifra también es negativa en 5,7 millones de litros menos vendidos, o lo que es lo mismo un 12,75%. Es decir en dos bimestres se han dejado de vender algo menos de 17 millones de litros de vino, según consignó Diario de Cuyo.
En cuanto a las ventas al exterior en dólares, la caída es del 7% ya que Argentina facturó por exportaciones en el bimestre analizado 112,9 millones contra 121,4 millones de dólares en el año 2015. El jugo de uva concentrado también con signo negativo pese a que hubo recuperación en febrero. Este rubro en el bimestre enero-febrero reflejó un 1,58 % menos en dólares respecto al año anterior, vendiendo 16,2 millones de dólares. El año pasado la Argentina mandó al mundo 267 millones de litros de vinos por un total de 819 millones de dólares. Si analizamos esta tendencia puede caer las ventas al exterior en unos 58 millones de dólares, ubicando una proyección en el año de unos 760 millones de dólares, cifra muy por debajo de los 921 millones logrados en el 2013.
La caída de las exportaciones argentinas en los últimos tres años no solo se debía al tipo de cambio sino también a lo que ocurre a nivel global, con grandes competidores que también buscan colocar sus excedentes en otros países, muy agravado por la caída del consumo per cápita. La mejora del dólar de $10 a $ 15 (un 50%) no se ve reflejado por el momento. Tampoco se vio una mejora después que muchos gerentes y CEO de grandes bodegas anunciaran que por ser poco competitivo el dólar para exportar, las bodegas se enfocarían en el mercado interno. Sin buena publicidad, marketing posicionamiento del vino y un consumidor que demanda calidad, las ventas han caído un 7 %. No es novedad la suba brutal de los alimentos en los últimos meses. Aquí está la clave a la merma en el consumo de vino, y sin duda en el gran segmento de las clases baja a muy baja que conforman la gran base de la pirámide que compran tetra y botellas de los llamados ‘finitos‘. Sí es cierto que los mercados externos que se pierden después es muy difícil volverlo a ganar y para eso se necesita tiempo.
