El Valle de Zonda es un oasis ubicado en el Centro-Sur de la provincia de San Juan, que cuenta con 3.500 hectáreas de viñedos de variedades de alta calidad enológica y que ayer recibió un fuerte espaldarazo cuando el Instituto Nacional de Vitivinicultura le concedió la Indicación Geográfica. Esa mención reconoce el origen y calidad de las uvas y vinos de la zona, lo que le otorga además de una certificación legal, un importante valor a los productos del lugar haciendo que estos sean más competitivos y reconocidos en todo el mundo. Es decir, es un puntapié para mejorar la comercialización y generar más ingresos, según publicó Diario de Cuyo.
En San Juan hay 19 Indicaciones de Origen que el INV concedió todas juntas, de oficio. Pero hay un selecto puñado de IG que son fruto de arduos trabajos técnicos de estudios de clima y suelos, para comprobar la calidad de las uvas y vinos y que fueron pedidas por particulares. De esas Indicaciones, en San Juan hay muy pocas: la tienen las uvas y vinos del Valle de Pedernal, las del Valle de Calingasta, las de Barreal, Pozo de los Algarrobos y ahora la del Valle de Zonda.
En este último caso fue solicitado por la firma Peñaflor, que tiene viñedos en la zona.
Allí hay sólo dos bodegas, La Ponderosa (de vino a granel) y la bodega boutique Sierras Azules, pero varias firmas que elaboran vinos de alta gama obtienen de allí sus producciones, como Peñaflor o Santa Sylvia (de la familia Eskenazi).
Este valle está ubicado en la parte Nordeste del departamento de Zonda, a 18 kilómetros al Oeste de la ciudad; en un franja delimitada al Norte con el Río San Juan, al Sur por las serranías de la Cuesta de los Colorados, al Este por la Sierra Chica de Zonda y al Oeste; por el Cerro Blanco y Sierras Azules.
