Si bien la producción global será la tercera mayor registrada hasta ahora y por encima de la media de los últimos cinco años, se reduciría casi un 1% este año, con relación a 2005, al totalizar unos 2.020 millones de toneladas.
En su informe sobre Perspectivas de Cosechas y Situación Alimentaria, la FAO señaló que habrá una mayor demanda de cereales, debido al aumento de su uso para alimentación animal, tras la recuperación del consumo de las aves de corral.
Además, se espera que la creciente demanda de etanol relance el uso industrial de los cereales secundarios, en particular del maíz.
El informe destaca que los precios internacionales de la mayoría de los cereales permanecieron estables o aumentaron en los últimos meses, favorecidos por las previsiones de una fuerte demanda y una menor oferta.
Aunque el trabajo de la FAO calificó de “satisfactoria, en líneas generales”, la perspectiva alimentaria mundial, se destaca que todavía existen muchos países que sufren graves dificultades y necesitan ayuda externa.
En este sentido, Gustavo Oliverio, coordinador de la Fundación Producir Conservando, aseguró que ante este panorama mundial el rol argentino será convertirse en uno de los principales proveedores de cereales, aunque la producción seguirá condicionada al clima.
Por último, el especialista remarcó que según previsiones de la institución, la producción 2006/2007 se ubicaría entre 82 y 84 millones de toneladas, desde las poco más de 75 millones producidas este año.
