Tras la decisión de la Comisión Europea de investigar a la Argentina e Indonesia por dumping en la venta de biodiesel, el director de la Consultora Bim, Gustavo Idígoras, dijo a Infocampo que “no hay fundamentos” para comprobar la acusación.
“Es un proceso legal que demanda más de un año de investigación, donde la Comisión Europea procede a emitir cuestionarios a los países, a los exportadores afectados, para demostrar si existió o no dumping”, explicó. “Si se confirmara, la Comisión establecerá derechos de importación adicionales, y los elevará de tal manera que terminarán siendo prohibitivos”, siguió el especialista.
Y disparó: “Lo que buscan es prohibir las importaciones”.
Sin embargo, Idígoras destacó que “hay mucha confianza de los exportadores argentinos”.
“Todavía no hubo repercusión en los precios, son mercados muy volátiles, puede haber variaciones pero no únicamente motivadas por una investigación”, sostuvo.
En tanto, el directivo definió estas acciones por parte de Europa como “un claro ejemplo del proteccionismo europeo para evitar que los países del subdesarrollo puedan ingresar sus buenas exportaciones”, al tiempo que señaló que “llama la atención que apoyen las bioenergías y después las traben”.
“En Europa, desde la obtención hasta los costos son ineficientes. Su mayor problema es que su industria es ineficiente. Prohibir las importaciones es un anhelo histórico”, aseguró.
Consultado acerca de cuánto podría llegar a tardar la investigación, Idígoras indicó que “es un proceso largo, entiendo que todos los exportadores argentinos van a colaborar y demostrar que no existió dumping”.
“Esta misma Asociación logró ponerle antidumping a Estados Unidos y Canadá, y ahora van por Argentina e Indonesia, dos de los países más fuertes en el sector”, declaró. “Estados Unidos tenía un sistema de subsidios y compensaciones muy evidente, era muy desleal, por lo que la investigación fue muy sencilla. En Argentina será diferente, aquí no hay motivos para declarar dumping”, sostuvo.
Finalmente, Idígoras reiteró que en el sector “no hay preocupación de que esto pueda afectar las exportaciones y todos están dispuestos a colaborar”.
En tanto, fuentes de la industria indicaron a Infocampo que las consecuencias se harán notar en los negocios más allá de que finalmente se concrete una sanción.
“Es muy probable que los importadores castiguen el precio adelantándose a cualquier sanción negativa que sufran las empresas argentinas. Estados Unidos y Canadá, recibieron multas de U$S 300 por tonelada que debieron pagar los importadores, así que es lógico que ahora intenten cubrirse ante la posibilidad de sufrir una sanción económica”, analizaron.