“¿Sos campeona mundial, sabés lo que es eso, sabés lo que es eso?”, le repetía al oído su entrenadora, Laura Martinel, mientras la abrazaba y Paula Pareto brotaba lágrimas como un manantial. Es que la Peque se convirtió en gigante una vez más. En Astana, Kazakhstan, venció en la final a la japonesa Haruma Asami y se consagró en el Mundial, en la categoría de hasta 48kg, según publica canchallena.com.
Así, Pareto, de 29 años, se tomó revancha luego de la final del año pasado en Cheliabinsk, Rusia, cuando perdió ante la japonesa Ami Kondo, quien en esta edición ganó la medalla de bronce junto a la surcoreana Jeong Bo Kyeong. En la final, la Peque se impuso ante Asami, doble campeona del mundo, al recibir sólo una penalización frente a las dos de su rival, y de inmediato estalló en un llanto de emoción.
“Hoy voy a descansar porque estoy muy cansada”, llegó a esbozar la judoca argentina, con un claro gesto de felicidad en su rostro, para cambiar de opinión a los pocos segundos: “Mejor me quedó para ver a mis compañeros en el torneo”. Tras la gran definición, Pareto estaba feliz, pero con el gran objetivo bien claro: “El punto final son los juegos olímpicos, obviamente”.
Sobre el final de la charla con TyC Sports, y ante la pregunta de cómo iba a celebrar esta nueva conquista, la Peque confesó: “Mi idea es hacer una buena fiesta cuando vuelva, con todos mis compañeros de acá y de allá, y mis amigos”. Es campeona mundial, y lo sabe.