Una intensa actividad rodea a la gente de Pioneer en
Allí funcionan los programas de mejoramiento de maíz y soja, en interconexión con la red global de la compañía.
En los días previos había llegado al país Daniel Glat, el director para Asia, África y América latina, y miembro del board de la empresa. El jueves, junto a Alejandro Bibiloni, presidente de la filial local, estuvo John Soper, director mundial de Investigaciones de Soja.
Es que desde su nacimiento, en la segunda década del siglo XX, Pioneer siempre estuvo muy ligada al negocio de la semilla de maíz. Sin embargo, están teniendo un crecimiento muy sostenido en el mercado de la semilla de soja, al punto que ya son la primera en participación (market share) en su país de origen y en Brasil, según informan.
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En los EE.UU. esta variedad le está dando grandes satisfacciones a la compañía y a los farmers. En el concurso de máximos rendimientos, un farmer de Missouri obtuvo el increíble rinde de 10.400 kg/ha. El mensaje es que la empresa ofrecerá en el mercado local lo mejor de su genética global.
Soper comentó que el objetivo de Pioneer es aumentar en 40% el potencial de rendimiento de sus materiales de acá a 2018.
Para ello cuentan con dos herramientas clave, además del mejoramiento tradicional: a) el desarrollo de eventos transgénicos, y b) el uso de marcadores moleculares. Estos últimos están siendo para los genetistas una herramienta tanto o más poderosa que la transgenia.
El uso de los marcadores moleculares permite determinar precozmente si la planta tiene o no el o los caracteres deseados.
Los marcadores fueron claves para avanzar rápidamente, por ejemplo, en la obtención de materiales de híbridos de altísimo potencial de rendimiento y resistencia al Mal de Río Cuarto.
Incluso la compañía ha patentado un sistema llamado Advanced Yield Technology (Tecnología Avanzada de Rendimiento), basado en marcadores, que los apuntalará en su objetivo de duplicar la tasa de ganancia genética en los próximos nueve años.
Pero en materia de biotecnología también se han puesto a la cabeza. Tienen desarrollado un evento propio que se llama Optimun Gat y que confiere al maíz y a la soja resistencia a los herbicidas glifosato, sulfonilureas e imidazolinonas, simultáneamente.
Es una versión superior a lo difundido en el mercado, ya que facilita el control de malezas tolerantes o resistentes a glifosato. La idea es que se desregule para 2010 en los Estados Unidos. Acá, la solicitud está hecha ante las autoridades regulatorias (Conabia), pero también ante la oficina de patentes.
La apuesta, muy fuerte, es largar el evento también en la soja. Será la prueba ácida para verificar si la recuperación de los derechos de propiedad intelectual se puede hacer en soja bajo la ley de patentes.
Lo cierto es que Pioneer asume que en maíz ya está en el segundo lugar en market share en
“En maíz crecimos 3 puntos porcentuales en los últimos años y queremos ganar otros 6 puntos más”, sostiene Bibiloni. La idea de la empresa es apuntar a materiales elite en cuanto a rinde, estabilidad y sanidad, pero dándole al productor la opción de elegir la tecnología que más le conviene.
La paleta es amplísima, ya que hoy incluye resistencia a glifosato (RR), a imidazolinonas, a insectos (Maíz Gard y Herculex) y sus combinaciones posibles. El productor podrá elegir el híbrido que quiere con el evento que quiera.
(artículo publicado en la edición de hoy de Infocampo Semanario)
