Durante la Guerra Fría, Estados Unidos construyó una base secreta a decenas de metros por debajo de la superficie. La instalación, concebida para estar sepultada por los hielos eternos, ahora sale a la superficie porque se derritieron los hielos, debido al calentamiento global. El hallazgo trajo consigo aguas contaminadas y residuos nucleares, y generó una polémica mundial por el riesgo ambiental entre Groenlandia, Estados Unidos y Dinamarca.
“Nadie pensaba que llegaría a la superficie, pero el mundo cambió”, explicó a la agencia AFP William Colgan, experto en glaciares de la Universidad Canadiense de York, según reproduce La Nación.
Un estudio dirigido por el académico en la Revista de Investigaciones Geofísicas mostró que la base podría estar en la superficie a partir de 2090, mientras que sus arquitectos pensaban que iba a quedarse en la criósfera por siempre.