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Por qué los murciélagos y la explotación de recursos naturales son determinantes para el surgimiento de los coronavirus

Marcela Orozco, investigadora del CONICET, explicó el motivo por el cual estos mamíferos voladores están en escena en la pandemia actual y qué impacto tuvo la actividad humana en anteriores epidemias con virus similares.

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Por Infocampo

Mucho se habló sobre los murciélagos como posible origen del SARS-CoV2 que se diseminó en el mundo al pasar a los humanos y que produce la enfermedad nombrada como COVID-19. Marcela Orozco, investigadora del Instituto de Ecología, Genética y Evolución de Buenos Aires (IEGEBA, CONICET-UBA), estudia este tipo de surgimiento de enfermedades humanas para detectar “saltos” de especie, o zoonóticos, en el contexto de las interacciones ecológicas.

Este coronavirus que provocó la pandemia actual  y se adaptó de alguna manera a los humanos, podría tener su origen en coronavirus de murciélagos, ya que se conocen casos parecidos como el que provocó el SARS -síndrome agudo respiratorio- en 2003. “Aún no se demostró este origen para COVID aunque todas las miradas están puestas ahí, justamente por las similitudes que hay”, afirma Orozco.

“Estos mamíferos particulares, únicos con capacidad de volar de manera sostenida”, explica la científica, “son considerados excelentes reservorios de virus”. Entonces, ¿por qué los murciélagos son capaces de mantener diferentes virus en su organismo sin enfermar?

Mucho tiene que ver con la evolución de los murciélagos a poder volar. Mantener esa actividad hace que tengan un organismo en constante estrés fisiológico. “Lo que ocurre es que durante el proceso evolutivo los murciélagos lo que hicieron para poder volar, es mitigar el estrés oxidativo asociado a actividades metabólicamente costosas como el vuelo. Han logrado desarrollar mecanismos que actúan disminuyendo la inflamación y evitando la tormenta de citoquinas, un fenómeno que comparte el estrés y la respuesta inmunológica”, explicó la investigadora.

A su vez, su respuesta inmune es capaz de controlar determinados virus  “son capaces de mantener un delicado equilibrio entre la respuesta inmune antiviral y la respuesta inflamatoria, es un proceso súper eficiente, pueden controlar la replicación viral pero tienen bloqueados algunos mecanismos de la inflamación, entonces inhiben algunos procesos que podrían llevarlos a la muerte”.

“En la mayoría de los vertebrados el proceso inflamatorio se desencadena cuando hay un estímulo. En el caso de los murciélagos se estudió el funcionamiento de un interferón, y si bien tiene una respuesta más atenuada -por esta inhibición de las vías de inflamación- es una respuesta rápida porque está siempre encendido. Esto obliga a los virus a replicarse (recombinarse y mutar) más rápidamente para intentar ‘sobrevivir’ , lo que incrementaría su virulencia y patogenicidad”

Por otra parte, cuando los ambientes silvestres son degradados, algunas especies pueden extinguirse, mientras que otras se desplazan para buscar nuevos ambientes más óptimos y en esa búsqueda muchas veces entran en contacto con animales y personas.

hospedador intermediario: el nexo entre el virus y el humano

investigadoras murcielagoEn algunos casos de enfermedades, aclara la investigadora, se observa que existe un hospedador intermediario, una especie que media entre los murciélagos reservorio de virus y el humano. Aquí, en la transmisión influye el manejo de las especies para consumo, la venta ilegal y los también los desplazamientos que se dan como consecuencia de la degradación del medioambiente. Por ejemplo, en los mercados de animales, el hacinamiento de distintas especies domésticas y silvestres que terminan compartiendo patógenos es un factor de riesgo que propicia la transmisión.

En el caso de SARS se postula que los hospedadores intermediarios fueron las civetas, para el caso de MERS -el coronavirus que produjo la epidemia de 2012 en Oriente Medio- se conoce que los dromedarios son los reservorios del virus. “Para el COVID aún no se sabe si hubo un hospedador intermedio, y se postula que podría ser el pangolín, pero realmente aún es un gran interrogante”, detalla Orozco.

“Lo que nos hace pensar que debería existir un hospedador intermediario es que, justamente, en el momento en que ocurre el brote, los murciélagos de la especie a la que se está apuntando, estaban hibernando. Debería haber sido difícil que esos murciélagos hubieran provocado un salto directo a las personas. Por eso se piensa en un otro vertebrado que haya funcionado como nexo, entre lo que sucede en los ambientes naturales y lo que pasa en los mercados de China”.

Orozco y su equipo de investigadores, realizaron un video en el que, de manera didáctica, explican estas cuestiones en profundidad. Además, destacan el rol de los murciélagos en los ecosistemas naturales, y cómo estos pueden verse alterados a consecuencia de las actividades antrópicas asociadas a la sobreexplotación de los recursos naturales. 

 

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