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Qué problemas trae aparejado la invasión de chañar en San Luis

El cambio de las frecuencias de fuego y la intensificación del pastoreo vacuno, los principales promovedores del desarrollo del chañar.

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Por Infocampo

Investigadores del INTA y del Conicet realizaron un estudio para evaluar los distintos factores que podrían favorecer la expansión del chañar, hacia el sureste de la provincia de San Luis y cómo esta incide en la producción de forraje para el ganado vacuno. El conocimiento obtenido, a largo plazo, contribuirá al diseño de estrategias de manejo.

El chañar también llamado sofaique (Geoffroea decorticans) es un árbol de la familia de las fabáceas (o leguminosas). Esta especie tiene la particularidad de que se reproduce por semilla y también por la propagación de raíces gemíferas, a partir de las cuales se generan nuevos individuos de manera asexual.

A nivel mundial, cada vez son más los productores que observan el incremento de la superficie ocupada por especies leñosas y su densidad, conocida como arbustización, sobre todo en sistemas áridos y semiáridos como el pastizal pampeano semiárido de la Argentina.

El cambio de las frecuencias de fuego podría ser un factor que contribuye al aumento de chañar, advierte Ruth Rauber, investigadora del INTA San Luis y Conice. Y agregó, “los productores nos planteaban que originalmente controlaban la población de chañar con fuegos y que, a partir de la Ley de Bosques que limita y en muchos casos prohíbe los fuegos prescritos, explotó la población de chañar”.

En esta línea, Rauber sostuvo que la intensificación del pastoreo vacuno promovería el desarrollo del chañar, debido a que el consumo de pastos disminuye su capacidad competitiva y favorece el crecimiento de las arbustivas que no son consumidas por el ganado.

En el marco del estudio, los investigadores se propusieron conocer el sistema desde una perspectiva ecológica. El trabajo se desarrolló a partir de la caracterización de isletas, denominación que reciben cada agrupación de chañares.

Los relevamientos a campo arrojaron una alta heterogeneidad en las comunidades vegetales bajo los chañares. “Encontramos una muy alta heterogeneidad entre las isletas, desde aquellas con una alta productividad de especies muy palatables para el ganado hasta el otro extremo que es el fachinal arbustivo improductivo”, indicó Demaría.

Una primera hipótesis del equipo de trabajo era que el diámetro de los árboles o la edad de los árboles determinaría la comunidad vegetal existente. No obstante, los hallazgos contrarrestaron esta idea, ya que la cantidad de luz que ingresaba en la isleta resultó determinante. “Si la isleta es más densa, intercepta mayor cantidad de luz en el camino y lleva menos hacia la base, lo cual determina la comunidad vegetal”, puntualizó Demaría.

Por otra parte, en 62 isletas observadas, entre el 70 y el 80 % de la cobertura era altamente palatable, con una predominancia de Bromus, una especie anual que crece en primavera-verano y luego desaparece.

En cuanto a las características que presenta la madera que se obtiene del chañar, es de color amarillo es adecuada para carpintería y muebles una vez seca. Por su parte, los frutos se utilizan para fines culinarios y medicinales y permiten la elaboración de arrope de Chañar. Extremadamente dulce, oscuro y espeso, es muy similar a la miel.

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