Panigatti expuso al respecto que en San Luis o Cuyo, así como también en La Pampa, existe una diversificación de producción.
En este sentido, sostuvo que “hay un avance de la frontera agropecuaria que está comprometiendo, en ciertos aspectos, la integridad de los sistemas”.
El ingeniero señaló que “si bien nos trae un beneficio enorme por lo que estamos produciendo y exportando, también nos crea grandes compromisos en instituciones como la nuestra, tratando de ver cuáles son los riesgos, las amenazas y cuál es la realidad: las tormentas de polvo, la erosión hídrica, la pérdida de especies”.
En este escenario, el especialista destacó que existe un caudal de información suficiente como para poder revertir estos procesos.
De este modo, destacó que en algunos casos “estamos a tiempo”, y agregó que “en muchos de ellos se puede salir de los problemas de degradación con producción”.
Sin embargo, aseguró que en otras circunstancias se llega “a un umbral de no retorno”, que hace imposible una resolución del conflicto.
En este sentido, resaltó que “hay estancias de Patagonia, en Santa Cruz donde ya no hay posibilidades de vuelta atrás por el manejo que se dio”.
Asimismo, expuso que “las zonas áridas no tienen, trabajando en secano, la respuesta tan rápida como si estuviésemos trabajando con maíz, con riego y fertilización en la región pampeana, son otros tiempos”,
De este modo, sostuvo que “ahí también vivimos argentinos y gente que tiene que salir de la pobreza, permanecer en el lugar y tener cada vez mejor calidad de vida”.
Verónica Scornik
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