Las perspectivas comerciales que se presentan para la cosecha nueva de lino son bastante más auspiciosas que el panorama que se planteaba al momento de siembra.
Los precios internacionales tuvieron un importante repunte y a fines de noviembre Cooperativas Agropecuarias Federadas de Entre Ríos (Cafer) concretó una exportación a Bélgica, luego de más de tres años.
La producción, en total 126 toneladas, salió por el puerto de Buenos Aires, en containers y en bolsas de 50 kg cotizadas a valor CIF, con destino a este país del viejo continente.
“El comprador es una compañía belga dedicada a la importación de materia prima para consumo humano. Pidieron una pureza del 99% y la certificación internacional de libre de GMO”, precisó Alejandro Zárate, gerente general de Cafer a Infocampo.
Esta primera operación se realizó con stock de la campaña pasada, generalmente hay vaivenes de precios a lo largo del año por lo cual se acopia el grano. También la demanda en lino es más estacional que en otras materias primas agrícolas, hay momentos del año en que no hay compradores.
Para dar continuidad a este primer envío, Cafer realizó un convenio de provisión con el importador y estiman que a partir de marzo de 2008 saldrán otros embarques, con la idea de aumentar el volumen.
“El lino es casi un especiality y quedó concentrado en Entre Ríos. La producción se va a ir de esta manera, porque si lo vendemos al mercado interno al productor se le paga un 30 a 40% menos. Aún con el margen que permite pagar esta exportación estamos en el punto de indiferencia”, dijo Zárate.
El precio internacional del lino aumentó mucho en este último mes y medio y la demanda externa se empezó a notar, evalúa Zárate y destaca que en el mundo crece el consumo como semilla para hacer herboristería y también para consumo humano.
Según los datos de Cafer, hasta hace tres meses el productor recibía unos u$s180 por la tonelada de lino y hoy las cooperativas están pagando al productor aproximadamente unos u$s280, un 55% más en el valor. “Todos los granos habían subido en julio y también los complejos de aceites vegetales, pero el lino no había repuntado en este momento, ahora se ajustó”, remarca Zárate.
En cuanto a la perspectiva de cosecha, los productores consultados indicaron que fue un año “de normal a regular por la falta de lluvias en determinados momentos”. Ahora se están preparando para la cosecha (algunos harán un hilerado previo y otros lo trillan directamente), que arranca con fuerza en las próximas semanas. Se esperan rindes de entre 10 a 12 qq/ha, aunque creen que la media pueda ser un poco menos.
