La División Nutrición Animal de la Asociación de Cooperativas Argentinas presentó los resultados de las investigaciones llevadas a cabo en el período 2006/2007 en su campo experimental ubicado en el Establecimiento Santa Ana, en General Gelly, provincia de Santa Fe. En el marco del proyecto Santa Ana, cuyo inicio data de 2005, se aplicó el sistema ruter en rodeos de cría. En la primera experiencia, con una carga de dos vacas por hectárea, se logró una producción final de 225 kilos/ha de carne dedicado a la cría.
Miguel Ángel Fabbroni, gerente de Nutrición Animal de ACA, señala que estas evaluaciones se realizaron sobre rodeos de cría:
“En el período 2006/07, se trabajó con una carga de tres a cuatro vacas por hectárea, y se logró una producción de 342 kilos/ha”.
El sistema ruter es un madurador anticipado del rumen y permite a la madre de una hacienda de cría destetar al ternero en un plazo estimado entre 30 a 45 días. Fabbroni destaca que este sistema “permite al ternero una adaptación fácil, y si las pasturas son buenas, el animal responde con índices de conversión sorprendentes”.
El objetivo del proyecto Santa Ana, explica Fabbroni, es mejorar el trabajo realizado por los técnicos y productores de todo el país referido a cría de ganado: “En el proyecto, a toda la investigación referente a producción bovina se le implementó el sistema ruter, teniendo en cuenta el manejo del suelo, la obtención de pasturas sanas y el cuidado del animal”.
Consultado por el monto invertido en el proyecto, Fabbroni explica que las inversiones tomaron dos caminos:
“A nivel estructura, hace tres años la inversión fue de aproximadamente $250.000, mientras que la inversión en pasturas y sus correspondientes fertilizantes sube a un promedio de $1.000 por hectárea”.
El campo experimental de ACA es un predio de 167 ha, que cuenta con un corral de adaptación, un feedlot Holando y dos naves lactantes con una capacidad de 45 terneros por nave.
Las 167 hectáreas del establecimiento se encuentran parceladas en 45 lotes, de este modo el animal permanece continuamente en pasturas.
Alejandro Lis, director Ejecutivo del campo experimental, explicó la mecánica de rotación: “En este momento, el 90% de la superficie está con pasturas perennes, y el resto está saliendo de una rotación de cultivos, que derivará en un maíz que irá a silo”. Se trabaja en base a pasturas con genética neozelandesa, pasturas italianas y australianas. Y dentro del campo, hay un lote experimental con 8 mezclas y 31 variedades individuales, que son evaluadas en función de su producción. Lis detalla que las pasturas son seleccionadas por producción, pero a su vez por ser la más indicada para ese tipo de animales: “Buscamos las más adecuadas para el ternero de 50 a 70 días de vida, que ya están en pasturas, y la vaca, de poco requerimiento”.
En el período 2006/2007 se resembraron la mayor parte de las pasturas, con la intención de mejorar la cantidad de plantas y el desarollo radicular.
Además del tratamiento de pasturas, Fabbroni menciona que se trabaja sobre el desarrollo reproductivo de la carne: “Lo efectuamos mediante diagnóstico ecográfico, y desde hace seis meses estamos ajustando la técnica de endoscopía ruminal”.
Los resultados en el período 2006/2007 fueron 342 kilos/ha, con una carga de cinco vacas por hectárea, y un 98,7% de preñez. Para el período 2008/2010, se prevé elevar la producción a 500 kilos/ ha, y para la fase final, comprendida entre 2010 y 2012, la cifra estimada de producción es de 700 kilos/ha.
El objetivo del emprendimiento es alcanzar las 450 kg/ha por año en sistema de cría con venta al destete y 800 en sistema de cría con ciclo completo:
“En este momento-señala Lis- en el campo disponemos de 155 hectáreas aprovechables, vamos a entorar 320 vacas y mantener toda la recría completa”.
Al referirse a las ventajas de aplicar el sistema ruter en cría, Lis explica que disminuye sensiblemente la función de las vacas como organismos alimentadores de terneros, reduciendo los requerimientos nutricionales de la madre, quedando como principal función de la vaca la producción de crías: “Genera terneros preparados para aceptar altos niveles de suplementación a campo o en feedlot y un excedente de forraje, ofreciendo al productor la posibilidad de destinarlo a otras categorías del sistema, como por ejemplo terneros”.
En cuanto al rol del futuro prodtor ganadero, Lis señala que deberá gerenciar y cuidar al máximo todos los recursos relacionados con su tarea:
âTiene que estar en todos los detalles, no solamente en el animal”.
Al referirse a los planes para expandir el sistema ruter a nivel internacional, Fabbroni destacó que tienen previsto incursionar en el 2008 en rodeos de cría de Australia y Nueva Zelanda, mientras que para 2009, la intención será exportar 200 t anuales: “Ya hemos realizado un envío a Nueva Zelanda, referente mundial en ganadería”.
Andrés Lobato
